Acabo de encontrar un artículo muy interesante en el diario "el público" que tiene relación con quienes son quizas hoy las personas mas rechazadas en torno al tema del cambio climático, los escepticos. Mi humilde opinión con respecto a las teorías, es que antes de asumirlas como verdad o dogma es siempre bueno y necesario conocer otras hipotesis. Lo que me preocupa es que veo que hoy no estamos viendo que este pasando esto, y quien hable algo distinto es vetado de loco e irresponsable (No nos ha pasado esto antes en la historia. ej: Galileo?) . Yo personalmente creo que ya con el Nobel y documental de Mr Green, el tema del calentamiento global ha pasado necesariamente a ser un tema político y económico ($$$) y pienso que Mr Green está mas preocupado por instaurar un miedo global para poder fijar un impuesto global, que en cambiar las cosas, aunque puede que me equivoque. Esto no significa que este negando la realidad del calentamiento global, sino sus causas (las que al final a mi me dan lo mismo porque seamos nosotros los causantes o las manchas solares algo está pasando con la tierra, es evidente). Transcribo el artículo:
Los escepticos del cambio climático
La postura de la ciencia sobre el cambio climático parece robusta. El Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) de la ONU afirma que es un proceso "inequívoco y evidente", y las revistas científicas, como Nature y Science, publican cada semana una avalancha de artículos consagrados a estudiar los efectos del calentamiento causado por el ser humano.
Sin embargo, los medios de comunicación siguen recurriendo a gurús del escepticismo para rebatir los argumentos de los investigadores, y da la impresión de que la comunidad científica se encuentra dividida. El debate sobre el calentamiento en radio y televisión se ha convertido en una guerra de trincheras llena de referencias históricas. Los partidarios de la teoría del cambio climático comparan a los incrédulos con los que, en el medievo, se negaban a asumir que el planeta no era plano. Y los escépticos se defienden con el argumento de que la ciencia no es democrática. También Galileo Galilei, recuerdan, se enfrentó a la mayoría cuando anunció que no todos los cuerpos celestes giran alrededor de la Tierra.
‘El gran timo'
En el ámbito internacional, el escepticismo ha medrado gracias, sobre todo, a bombas mediáticas como el documental El gran timo del cambio climático, dirigido por el británico Martin Durkin, y el libro El ecologista escéptico, escrito por el politólogo danés Bjørn Lomborg.
(Adjunto aquí un contrargumento sobre las bases científicas de este documental )
En España, la incredulidad también tiene sus popes, como el periodista Jorge Alcalde, autor del libro Las mentiras del cambio climático (editorial Libros Libres). Un puñado de estudiosos -como el director del Instituto Juan de Mariana, Gabriel Calzada, o el geógrafo Antón Uriarte- se reparte las tertulias televisivas para negar la importancia del cambio climático.
Para el oceanógrafo Carlos Duarte, del Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (del CSIC y la Universidad de las Islas Baleares), las causas de estas suspicacias están claras. "Los escépticos son exhibicionistas, existen porque encuentran altavoces en los medios de comunicación", afirma. En su opinión, las apreciaciones de los escépticos son enriquecedoras, siempre que se formulen dentro de las reglas del debate científico. "La crítica tiene un papel importante en el progreso de la ciencia, y hay que asumir que ninguna teoría sobrevivirá al paso del tiempo", sostiene. Para Duarte, el verdadero problema llega "cuando aparecen los friquis, que tienen paranoias y ven conspiraciones".
Para la investigadora Eva Calvo, del Instituto de Ciencias del Mar, no tiene sentido ser escéptico frente al cambio climático a estas alturas, ahora que el IPCC ha mostrado las mismas conclusiones que en 2001, pero con un rango de error mucho menor. Calvo, que ha participado en los informes del IPCC, cree que Internet ofrece un caldo de cultivo perfecto para los escépticos: "Hay mucha información, no la podemos digerir y metemos en el mismo saco los artículos de Science y las informaciones del blog de un cualquiera".
Cinco rostros habituales en los medios de comunicación:
Jorge Alcalde, director de la revista Quo
El libro Las mentiras del cambio climático (Editorial Libros Libres) “está lleno de mentiras y su autor es un fascista hijo de Bush”. Lo afirma en el prólogo su escritor, el periodista y director de la revista Quo, Jorge Alcalde, adelantando las posibles críticas a su obra. El volumen, un superventas estas navidades, argumenta que en el ámbito del cambio climático todavía existen demasiadas incertidumbres, sobre todo en cuanto a la gravedad del calentamiento y a las formas de atajarlo.
“Nunca he negado el cambio climático y nunca lo negaré, porque no soy quién”, asegura. A su juicio, los científicos no deben tomar el cambio climático como un dogma. “A mí me gustaría que todos los científicos españoles fueran escépticos, pero en este tema la palabra escéptico se ha devaluado”, sostiene.
En las páginas de Las mentiras del cambio climático, diferentes científicos matizan, en sus áreas, algunos de los datos del IPCC. Hay más debate que negacionismo. “Si un investigador dice que Plutón no es un planeta, los demás le rebaten, no le acusan de mentir. Pero este diálogo no existe en el cambio climático”, se lamenta.
Antón Uriarte, profesor de Geografía retirado
El geógrafo Antón Uriarte, profesor retirado de la Universidad del País Vasco, es uno de los habituales en las tertulias televisivas sobre cambio climático. Su blog recibe 1.000 visitas al día y alimenta el escepticismo frente al calentamiento en Internet. Nunca ha publicado en una revista científica.
En su opinión, el cambio climático no es preocupante y puede ser, incluso, beneficioso. “Una Tierra más caliente siempre ha tenido más vida y ha sido mejor”, asegura. Para él, “el tema del calentamiento es la exageración del siglo, es como una bola de nieve a la que se unen intereses y miedos”. El geógrafo vasco señala los que, a su juicio, se encuentran detrás del “cuento” del cambio climático: el lobby nuclear, las revistas científicas como Nature y Science, “con una línea editorial muy prodesastre”, y los propios científicos, “obligados a seguir la corriente oficial para obtener subvenciones”. Uriarte, autor del libro Historia del clima de la Tierra, editado por el Gobierno vasco, defiende la utilización del carbón, calificado como “asesino del clima” por Greenpeace.
Manuel Toharia, director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe
El director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe de Valencia, Manuel Toharia, es otro de los habituales en los telediarios y en las tertulias radiofónicas. Su opinión recuerda a la del presidente del PP, Mariano Rajoy, cuando, citando a su primo, catedrático de Física, proclamó: “¿Cómo alguien puede decir lo que va a pasar en el mundo dentro de 300 años?”.
En opinión de Toharia, físico y periodista, “Rajoy, en el fondo, tenía razón, pero se expresó de una manera un poco patosa”. A su juicio, es innegable que ha habido un cierto calentamiento en los últimos 30 años, pero le da una importancia relativa, “porque tenemos pocos datos como para poder estar seguros de que existe un cambio climático”.
Para Toharia, el calentamiento no es la prioridad número uno de la humanidad. “Nadie puede decirme que el hambre, las bombas nucleares y el terrorismo internacional son menos importantes que el cambio climático”, mantiene. Para el investigador Carlos Duarte, hay que poner la opinión de Toharia en cuarentena, porque “tiene un cargo muy politizado, relacionado con el Gobierno valenciano”.
Gabriel Calzada, director del Instituto Juan de Mariana
El director del Instituto Juan de Mariana, un think tank neoliberal, es columnista en el diario Expansión y en Libertad Digital . Su postura frente al calentamiento se asemeja a la del fundador de esta web de información, Federico Jiménez Losantos, que en una ocasión escribió: “El cambio climático es propaganda de los ecologistas para recibir subvenciones a cuenta del apocalipsis. Científicamente no se ha probado, en absoluto, ese cambio”. En opinión de Calzada, profesor de Economía Aplicada al Medio Ambiente en la Universidad Rey Juan Carlos, los partidarios del Protocolo de Kioto, un acuerdo internacional para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, “quieren terminar con el mercado libre”.
Según este economista, “los científicos tienen un incentivo muy fuerte para hablar sobre cambio climático antropogénico, porque la mayor parte de las subvenciones van por ahí”. Ante las acusaciones sobre su relación con lobbies empresariales, Calzada se defiende: “Ya me gustaría estar a sueldo de las petroleras, me encantaría que las empresas apoyaran más a los think tanks independientes”.
Luis Carlos Campos, periodista
El periodista Luis Carlos Campos es el más radical de los escépticos españoles. Algunos de sus colegas de escepticismo, como Jorge Alcalde, califican su postura de “pseudocientífica”. Incluso le acusa de “subirse al carro de los escépticos” para obtener notoriedad.
En realidad, Campos cree en el cambio climático, pero en una versión muy diferente a la del IPCC. Según el periodista, autor del libro Calor glacial (Arcopress), la humanidad se dirige a una glaciación, que comenzará en 2010 y alcanzará su pico en 2090. Campos se basa en los estudios de Khabibullo Abdusamatov, del Observatorio Astronómico de Pulkvo, de la Academia de Ciencias de San Petersburgo.
Para Campos, existe una gigantesca conspiración y “el IPCC es un nido absoluto de corrupción, el zorro cuidando las gallinas”. Campos, que no tiene formación científica (es licenciado en filología hispánica), también sostiene que el VIH no tiene ninguna relación con el sida. Proximamente publicará el libro La macroestafa del sida y el mito de la transmisión sexual.
Creo que la humanidad en este momento no tiene tiempo de centrarse en ese tipo de discusión. Tanto en un caso como el otro se hace urgente reemplazar el uso de las fuentes no renovables (combustibles fósiles, carbón, etc) por fuentes de energía y combustibles renovables. Aún si no existiera calentamiento global, seguiría siendo urgentísimo dicho reemplazo, ya que por costos el petróleo ya no aguanta mas y la contaminación en nuestras ciudades está disparando las enfermedades respiratorias en la gente.
Un centro de investigación independiente de Florida confirma una teoría anunciada por la NASA en 2006: el Sol entrará en un proceso de “hibernación” en apenas 20 ó 30 años. El nuevo ciclo solar podría provocar una “peligrosa llegada de frío” al planeta.
Donde dije digo... El supuesto consenso científico en torno a la existencia de un progresivo calentamiento global provocado por el aumento de las emisiones de CO2 a la atmósfera del planeta corre el riesgo de convertirse en una de las mayores falacias de la historia de la ciencia. Al menos, si se confirma una nueva teoría acerca del cambio climático que es totalmente opuesta a la defendida por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) de la Organización de Naciones Unidas (ONU). Las previsiones del IPCC apuntan a que las temperaturas a finales de este siglo aumentarán entre 1,8 y 4 grados respecto al periodo 1980-1999. Pero la realidad puede ser bien distinta: hacia el año 2030, las temperaturas podrían descender drásticamente.
El calentamiento climático que sufre el planeta, de apenas 0,017 grados centígrados al año, según las mediciones que desde 1979 realizan los satélites en diferentes niveles de la atmósfera terrestre –estimaciones mucho más precisas que las realizadas en la superficie–, podría mutar hacia el inicio de una nueva era glaciar o, al menos, de enfriamiento global. La causa de este particular proceso respondería a los distintos ciclos de actividad que cada cientos o, incluso, miles de años, registra el Sol.