VENEZUELA. Fallas de insumos y semillas afectarán rendimientos del agro

Las proyecciones del sector agrícola durante este año son poco alentadoras. La escasez de semillas e insumos para el mantenimiento de los cultivos afectará los rendimientos de las cosechas agrícolas de este año.

Rodrigo Agudo, coordinador del equipo agroalimentario del Comando Venezuela, señaló que el resultado del proceso de siembra de invierno, que acaba de culminar, ratifica el fracaso de la política agroalimentaria en vista de que de las 1 millón 100 mil hectáreas de maíz que anunció el Gobierno a principio de este año, se sembrarán 600 mil hectáreas. De éstas, 400 mil serán de maíz cuando la meta en ese rubro era 900 mil hectáreas.

"Eso lo que hace es repetir la historia de 2011 y 2010. Los productores que han sembrado 400 mil hectáreas hacen la salvedad de que no saben si tendrán la productividad porque no tienen garantía en el suministro de los insumos y el abono. Quizás haya más siembra pero menos productividad. Si eso es así se va a producir el 60% del maíz que necesitamos, 65% del arroz, 50% del café y seguiremos importando la diferencia", dijo Agudo.

Por su parte, Carlos Machado Allison, miembro del equipo Agroalimentario, indicó que la escasez de semilla se debe a que el principal distribuidor del país, Agroisleña, fue nacionalizado y ese mercado fue asumido por Agropatria, cuya gestión se ha quedado corta ante la demanda del sector.

"El Gobierno se ha convertido en el principal competidor del productor agropecuario", apuntó Machado Allison.

En Agenda

Carlos Albornoz, miembro del equipo agroalimetario, señaló que el programa de gobierno de Henrique Capriles Radonski busca revertir la tendencia negativa que hay en el sector, con medidas que generen confianza en el productor. La seguridad jurídica, económica y personal es la punta de lanza de esa propuesta.

Proponen realizar un catastro nacional de las tierras agrícolas del país, revisar las cartas agrarias que ha otorgado el Gobierno de Hugo Chávez y entregar títulos de propiedad a esos productores.

En cuanto al financiamiento contemplan un esquema de recursos administrados a través de la banca privada, los fondos regionales y las asociaciones de productores. Estas mismas instancias serán las que velarán para el esfuerzo se materialice.

En el caso de las unidades de producción y plantas agroindustriales que han sido confiscadas, nacionalizadas o expropiadas por la administración actual, se hará una revisión caso por caso y se ofrecerá devolverlas a sus dueños o convertirlas en empresas que generen producción y riqueza al país.

En cuanto a los convenios suscritos con otros países, proponen revisarlos y adecuarlos para que sean beneficiosos para ambos países. También prevén la política de contingentamiento de las importaciones.

Con estas medidas esperan que se puede recuperar en el corto plazo la producción agrícola y pecuaria. De hecho, estiman que en los rubros de ciclo corto, a la vuelta de un año, habrá resultados positivos implementando además una revisión periódica de los precios regulados. La meta es que en los próximos seis años, el 70% de los alimentos que se consumen en el país sean de producción nacional.

FUENTE: El Universal