Los insecticidas parecen ser la mejor opción para una erradicación definitiva, según afirma un experto. Con menos de dos milímetros, la drosófila de alas punteadas (Drosophilia suzukii) está afectando gravemente a la próxima temporada del arándano. El diminuto insecto fue detectado por primera vez en el estado de Míchigan en 2010 y ha estado molestando a los agricultores desde entonces, como ha informado Robert Tritten, agente educativo de fruta del distrito de la Extensión de la Universidad del Estado de Míchigan para el condado de Genesse. "Se trata de una plaga invasiva que procede de alguna otra parte del mundo y se traslada como un nómada", ha dicho Tritten. Añadió que el insecto llegó, como otras tantas especies invasivas, a través de la importación de frutas y verduras.
"En un principio, muchos agricultores pensaron que el insecto era la mosca normal de la fruta, pero existe una importante diferencia", ha explicado. "Este insecto puede poner huevos en una fruta de piel suave, que acabará teniendo gusanos o larvas una vez madure". Los arándanos son un cultivo que representa 101,8 millones de dólares anuales para el estado de Míchigan. El estado es el mayor proveedor de arándanos para el consumo de Estados Unidos. John Van Voorhees, de Pleasant Hill Farm (Fennville) asegura que vio algunos de los insectos a final de la pasada temporada de la baya. "Por suerte, no tuve ningún problema hasta que prácticamente habíamos acabado de cosechar", ha añadido. "Este año está previsto que aparezca una gran cantidad de drosófilas de alas punteadas alrededor del momento de la cosecha y vamos a fumigar insecticidas con más frecuencia si nos es posible".
Tritten tiene previsto ayudar a los agricultores a prepararse para los problemas antes de que se presenten. "Les ayudaremos a identificar el insecto, a controlarlo y a gestionarlo para que no estropee toda la cosecha". Tritten y otros expertos de la Extensión de la Universidad Estatal de Míchigan han creado un equipo de respuesta en emergencias para poner a prueba múltiples estrategias, aunque por ahora, los insecticidas parecen ser la mejor opción. "Esperamos encontrar la posibilidad de un depredador que devore estos insectos o de una posible trampa, pero todavía estamos investigando y haciéndonos una idea de lo que podemos hacer", ha puntualizado. "Otra idea que hemos considerado es colocar redes sobre los arbustos de arándanos para que los insectos no lleguen a ellos".
Los cálculos preliminares muestran que, en 2012, las drosófilas de alas punteadas detectadas les costarán a los agricultores de Míchigan 27 millones de dólares. Lee Makielski, de Makielski Berry Farm, en Ypsilanti, ha señalado que el insecto podría obligar a algunas fincas a cerrar. "Este insecto causará un incremento en el precio de las bayas, pero si no podemos mantenerlo bajo control podría obligarnos a cerrar el negocio", ha declarado. Tritten ha advertido que la drosófila de alas punteadas no va a desaparecer. "Esta no es la clase de insecto de la que uno puede librarse sin más. Llevará años y años erradicarlo", ha dicho. "Por ahora, lo único que podemos hacer es enfrentarnos a él y tenerlo controlado".
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