Sudáfrica se perfila como el nuevo boom agrícola en detrimento de América Latina

En breve el MERCOSUR podría dejar de ser el granero del mundo y su lugar lo ocuparía próximamente Sudáfrica, un país con gran potencial, donde la agricultura sólo ocupa un 3% o4% de su economía global y es una actividad promovida por el estado a través de beneficios impositivos. Dicha situación fue asegurada al periodista Isabelino González Camejo (Radiodifusión Nacional Sodre) por el Ing. Pío Silveyra, un empresario que formó parte de los primeros pools de siembra argentinos que incursionaron en el Uruguay a partir del año 2001, y que ahora realiza su actividad en Sudáfrica.

Silveyra preside la Sociedad de Siembra y gerencia fondos de inversión en agricultura en Sudáfrica. Según el especialista argentino, el boom agrícola registrado en las últimas décadas en la región podría llegar a su fin, como consecuencia de una caída importante en los rendimientos de los principales granos, de la variabilidad climática y de los altos precios de la tierra.

Dijo el Ing. Pío Silveyra que el nuevo boom agrícola mundial ya se está comenzando a registrar en África -donde existen políticas de promoción agrícola- y en varios países caribeños y centroamericanos, como ser Colombia, Venezuela y Nicaragua. Silveyra contó cómo fue su contacto con la actividad uruguaya en 2001 cuando formó parte de uno de los tantos pools de siembra argentinos que operaron en Uruguay y revolucionaron la producción de granos en nuestro país.

“En su momento Uruguay presentaba un escenario muchos más estable que nos daba la posibilidad de alquilar campos baratos, cosas que ahora no existe, y tenía un índice de productividad que si bien era muy bajo al lado de Argentina, todo el sector y la política impositiva daba la posibilidad de hacer un negocio interesante, como de hecho ocurrió en los primeros”, dijo el empresario. Explicó el ingeniero argentino que en el año 2008 debió abandonar su actividad agropecuaria en el Uruguay empujado por varios factores, destacándose entre ellos las variables climáticas y los altos costos de la tierra.

“Nosotros alquilábamos a US$ 80 la hectárea en la zona de Durazno hoy se está alquilando a US$ 280 la hectárea”, explicó. “Estuvimos trabajando en Uruguay desde el 2001 y salimos en el 2008. Cancelamos el negocio de Uruguay y quedamos trabajando en la parte Argentina. Paralelamente en 2002 hicimos el mismo intento en Sudáfrica que por supuesto tenía idiosincrasia y situaciones muy diferentes y complejas, por lo cual en 2010 comenzamos a gestionar fondos de empresas sudafricanas que se vieron interesadas en nuestro mecanismo de operatoria como pools de siembra” agregó Silveyra.

Los mismos cultivos que se realizan habitualmente en la región son los que se efectúan en Sudáfrica, dijo el ingeniero luego de precisar que en algunos casos se concretan esos sembradíos mediante la utilización del riego. “En Sudáfrica básicamente se realizan todos los cultivos pero nosotros nos focalizamos básicamente en maíz, soja, algo de trigo que es bajo riego porque ahí salvo la parte sur no llueve en todo el invierno y girasol”.

Agregó estar “absolutamente convencido” de que el Mercosur dejaría de ser la opción de producción de granos y que “no solamente África” sino Centroamérica a pesar de que esta “ni si quiera se le arrima al potencial africano y no hablo solo de Sudáfrica”, precisó.  Según el especialista las campañas de promoción de la actividad agrícola y la existencia de un sistema impositivo benévolo para el sector son los principales factores que impulsan el desarrollo agrícola en Sudáfrica. 

“El potencial de Sudáfrica es porque tiene mucha cantidad de tierra sin explotar”. Además tiene una “política impositiva que beneficia y promueve toda la parte de producción agrícola; nosotros no hemos pagado prácticamente ningún impuesto en Sudáfrica siempre y cuando vayamos aumentando nuestra producción”. Sudáfrica es un país que tiene como base de su economía es la minería. Entonces todo lo que es el movimiento agrícola de Sudáfrica, que si bien no es chico tampoco es muy grande, no representa más de un 3% o 4% de su economía a nivel global. O sea que ellos no es que resignes grandes recursos por esto. En cambio países como Uruguay, Argentina, Paraguay, dependen gran parte de su economía de las retenciones”, finalizó el Ing. Pío Sylveira.