Como resultado de las heladas registradas el 23 y 26 de abril pasado, la producción de durazno “oro de Tlaxcala” cayó un 70%, lo cual representa una pérdida económica superior a los 30 millones de pesos, al obtenerse nada más entre 1,200 y 1,500 toneladas por hectárea, por lo que la superficie con esta variedad tiende a disminuir, debido a que es más vulnerable a fenómenos climáticos.
Abel Hernández Lima, presidente estatal del Sistema Producto Durazno, expuso que el sector estimaba una producción de entre 4,000 y 5,000 toneladas por hectárea, pero la merma fue de 2,800 a 3,500.
Apuntó que este quebranto “es sustancial porque hay poca producción del fruto en el país, de ahí que el kilogramo tiene un costo de 10 pesos en promedio, lo que representa una pérdida millonaria para el productor”.
Hernández Lima subrayó que las afectaciones son “muy severas”, toda vez que hay huertas que definitivamente “no tienen absolutamente nada” y algunas lograron solamente un 50% de rendimiento, respecto a lo esperado; pero en términos generales el detrimento es del 70%.
Ante la magnitud del daño, refirió: “No hay de otra más que seguir trabajando en el mejoramiento genético, porque ahorita las variedades nuevas están dando mejores resultados; son más resistentes al problema de plagas y enfermedades, así como a fenómenos climáticos”.
Por eso, enfatizó que el durazno “oro de Tlaxcala” ha mostrado mayor suceptibilidad, de ahí que propietarios de más de 15 huertas -apuntó- “están tirando la planta y haciendo replantaciones con nuevas variedades”.
La superficie de la especie “oro de Tlaxcala” tiende a reducirse, aunque todavía representa casi el 95% de la totalidad. Pero esta disminución dependerá de cada uno de los productores y del manejo que le den a esta clasificación.
Sin embargo, apuntó que esta variedad de durazno es una de las mejores, no sólo a nivel nacional y local, sino mundial, en cuanto a sabor y presentación. “Pero desgraciadamente por la experiencia que se tiene sobre la poca resistencia a plagas y enfermedades, definitivamente ya no da para más”.
Abel Hernández refirió que el viernes próximo el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) entregará oficialmente una variedad nueva denominada “Rocío”, la cual ya está registrada y tiene una maduración y producción entre los meses de julio y agosto.
Calculó que en un lapso menor a cinco años, la mayoría de la superficie de este fruto será de especies nuevas que, “poco a poco”, son aceptadas por productores.
FUENTE: LA JORNADA DE ORIENTE
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