En Ecuador:
Nueva Ley de Soberanía Alimentaria, resultado del aporte de distintos Organismos
La Ley Orgánica del Régimen de la Soberanía Alimentaria aprobada por el Congresillo en días anteriores, permite que se trabaje en el tema de Soberanía Alimentaría, Seguridad Alimentaria así como en Derecho a la alimentación; dicho de otra manera es una Ley Marco o Paraguas que permite abordar con mayor profundidad varios temas como por ejemplo, la producción de alimentos, la agrobiodiversidad, el tema del agua y el tema de semillas, asegura el consultor de la FAO en Ecuador, Lautaro Andrade.
En otras palabras, existían varios temas que debían ser tratados con mucha profundidad, no se podía meter todo en una sola Ley, como se estaba planteando al principio, agrega.
Así, la Ley contempla desde la producción de alimentos (disponibilidad), que son los componentes en si, hasta el acceso al crédito, el tema de semilla, sin olvidar el consumo, que implica un tema de alimentación y nutrición; todo esto sin descontar la producción, comercialización, planificación y zonificación de cultivos; es decir, cubre todos los componentes, continúa.
Trae a colación que ventajosamente cubre dichos temas gracias a que hubo aportes por parte de la Tribuna del Consumidor, así como de Aliméntate Ecuador.
Lo anterior lo reafirma una ejecutiva de Acción Ecológica, Cecilia Chérrez, pues menciona que hay cosas muy importantes en la Ley en mención, esto, como resultado de la movilización que llevaron acabo las organizaciones y colectivos diversos que trabajan sobre la Soberanía Alimentaria desde hace más de una década; incluso se logró evitar un sesgo que había en versiones anteriores de proyectos de Ley de Soberanía Alimentaria donde se abría la puerta a las semillas y cultivos transgénicos.
Agrega que entre las cosas positivas de la Ley, está el hecho de que considera principios de la Constitución como es el Buen Vivir, los derechos de la naturaleza, el carácter multidimensional de la soberanía alimentaria, la importancia de garantizar la autosuficiencia alimentaria como País y el respeto de diversidad de culturas que existe en el Ecuador.
Así también, respeta la prelación en el uso del agua, que ha sido un aspecto bastante importante para las organizaciones campesinas, sin olvidar que las semillas no podrán de ninguna manera ser patentada; último aspecto que para su Organización (Acción Ecológica) es un avance muy importante; en fin, se va proteger la agro biodiversidad de una manera prioritaria, dice.
También considera que hay mayor énfasis en las cuestiones referente a agro-ecología, a una eventual reconversión de la producción de alimentos hacia formas agro-ecológicas; no obstante, hay otros aspectos contenidos en la nueva Ley que generan preocupación, ya que contradice al espíritu del concepto mismo de Soberanía Alimentaria.
Cadenas agroindustriales
Existen otros aspectos planteados en la Ley, que se mantuvieron durante todas las versiones de proyectos de Ley, entre ellos el impuso o consolidación del modelo de cadenas agroindustriales en el campo ecuatoriano; esto con el objetivo de generar un proceso de encadenamiento, aunque suene un poco reiterativo, de los campesinos para volverlos funcionales a la producción de materias primas que necesitan dichas cadenas (agroindustriales).
No obstante, la cadena del Maíz, de la leche, y otras que pueden surgir para hortalizas y algunos tubérculos, estaría en contra del sentido de la Soberanía Alimentaria que más bien habla de la priorización de las formas campesinas y la preferencia para la recuperación de las tradiciones agrícolas en el País, porque son las más armónicas con la naturaleza y las que permitirían la recuperación de semillas y precautelarían la salud del suelo y de las fuentes de agua tan castigadas por la aplicación de tantos venenos a lo largo, sobre todo, de las últimas tres décadas.
Frente a lo anterior, Chérrez dice que existen algunos aspectos de la Ley aprobada que incluso llegan a dejar abierta la posibilidad de que estas cadenas agroindustriales pudieran acceder a subsidios, a condiciones de crédito preferencial, porque podría presentarse éstas (las cadenas) a través de los campesinos que le son funcionales mediante el mecanismo de asociatividad que se plantea, con lo cual los fondos públicos terminarían subsidiando al modelo agroindustrial.
En otras palabras, la Ley deja establecido esto con los agravantes de que las cadenas que están controladas por grandes empresas, como por ejemplo, Pronaca, Nestlé, Toni, Floralp, Supermaxi podrían acceder a fondos públicos, agrega.
Situación que de darse sería un enorme despropósito y una situación incluso escandalosa, más aún cuando se está hablando de déficit de fondos públicos, de crisis y de aplicación de medidas muy severas para enfrentar la crisis; es decir, es incoherente que se deje abierta la posibilidad de subsidiar a grandes empresas.
¿Qué hace falta?
Acción Ecológica considera que como País se debe superar el concepto de Política de Seguridad Alimentaría ya que como está establecido actualmente suponen una mirada al derecho de la alimentación desde la aplicación de los monocultivos, responde Cecilia Chérrez
El Asambleísta por Pichincha, Wilfrido Ruiz Fuentes, también considera que siempre un instrumento legal puede tener algunas falencias, especialmente cuando se trata de lo que es el aparato productivo.
Así, una de las cosas más importante que no están incluidas es la conceptualización de lo qué es el aparato productivo, especialmente desde la base; por ejemplo, aunque ya existe legislación en esta ley debía haberse incluido qué es la microempresa como una unidad económica operada por personas naturales y jurídicas, añade.
Otro de los temas que le hubiera gustado que se incluya es la diferenciación entre lo que son alimentos industriales y los cultivos hidropónico en la ciudad o en el campo, continúa.
La Ley de Soberanía pretende que los alimentos lleguen a la población
La nueva Ley de Régimen de Soberanía Alimentaria favorece los circuitos agroalimentarios, así también se preocupa mucho de que los alimentos vayan directamente para ser consumidos por la población; dicho de otra manera no necesariamente se quiere favorecer al sector industrial, no están en contra ni tampoco lo empuja, manifiesta el consultor de la FAO en Ecuador, Lautaro Andrade.
En otras palabras, la idea no es que todos los alimentos sean para favorecer al sector industrial, todo lo contrario, los alimentos son para que lleguen a la población; en algunos casos tendrán que llegar procesados, momento en el cual intervendrá el sector agroindustrial, añade.
El Asambleísta por Pichincha, Wilfrido Ruiz, al respecto dice que más que favorecer las cadenas de valor del negocio agroalimentario-industrial, cree que comienza un proceso de tratamiento legal en lo que corresponde, en primera instancia, a asegurar al País de la construcción de la cadena alimentaria y su abastecimiento.
Esto, sin descontar los deberes del Estado, como fomentar la producción sostenible, establecer incentivos para la utilización de tierras productivas, así como impulsar el marco de la economía social y solidaria, promover la asociación de microempresarios, incentivar el consumo de alimentos producidos en el País; sin olvidar, la adopción de políticas fiscales y tributarias, y promover la participación social en el debate en temas que corresponda a alimentos.
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