LA SEQUÍA 2004-2008 (emitido 2-9-08)
Sin duda las
sequías son las adversidades que originan las mayores pérdidas regionales en los países, sean éstas de origen agropecuario, energético, derivados de éstas, comercial y de intercambio con otros países. Su estudio y predicción es una necesidad imperiosa en el mundo desarrollado del día de hoy, máximo en vista del crecimiento de las poblaciones como marco, lo que genera un rápido aumento de la sensibilidad a los impactos. Estos fenómenos como partes de la variabilidad interanual del clima tienen fluctuaciones de escalas menores (3-7 años) tales como las generadas por el ENSO (El Niño Oscilación del Sur), Oscilación Subtropical (22-26 años), y oscilaciones mayores tales como la recientemente observada en Argentina de 50-60 años y la correspondiente a los saltos climáticos que no reconocen una fluctuación en forma de onda, y su característica es la correspondiente a un cambio brusco en cualquier sentido. Mientras que las oscilaciones menores y medianas que ocupan un rango entre 3-50 años pueden ser analizadas y tratadas mediante algún modelo (herramienta) estadístico, físico-estadístico y de simulación numérica, las últimas, las correspondientes al salto climático y cambio climático tienen un nivel de complejidad que su tratamiento no hace factible al día de hoy facilitar herramientas útiles en la toma de decisión, ya sea para el Estado o las Empresas dependientes del clima. Esta aseveración surge en función de que los resultados experimentales obtenidos a partir de diversos modelos de simulación del clima futuro muestran en general resultados contradictorios, ya sean estos en las tendencias que generarían las variables resultantes a partir de diversos escenarios de incremento de los gases de efecto invernadero, a veces de signos opuestos, y otras provenientes de los efectos o detalles que se buscan con las metodologías para obtener una mayor precisión mediante el empleo de técnicas de acercamiento a la realidad (downscaling) donde se han observado resultados incongruentes con la realidad física observada. A estos aspectos metodológicos se le suma el hecho que los saltos climáticos derivados de la inestabilidad interna del sistema climático no han podido, ni podrán ser modelados con técnicas de simulación lo que hace totalmente impredictible la condición climática futura en el largo plazo pretendido. Otros resultados han mostrado que la evolución de estos modelos ha dado discrepancias muy importantes con la realidad observada en Argentina, tales como aquellas que unas décadas atrás pronosticaban que la Pampa Húmeda se transformaría en un desierto por el efecto del calentamiento, salvadas en los modelos recientes gracias a la evolución de la técnica. También el calentamiento del continente en el futuro cuando este se transforma en un sumidero de los excesos de vapor de agua que llegan de un mar también calentado y el resultado es un enfriamiento en las temperaturas diurnas y aumento de las nocturnas que se traducirían en una disminución de la tasa de evaporación y no de aumentarla como se muestra en estos modelos, y otras tantas inconsistencias. Para un decisor la información de lo que ocurrirá dentro de 50-100 años es de escaso valor. En vista del carácter experimental no comprobable y con las observaciones comentadas anteriormente, hacen que estos resultados carezcan de un valor cierto, salvo aquellos que la corriente de pensamiento actual tiende a mostrar como hecho real a los resultados experimentales del modelado.
Frente a estos hechos de la ciencia y técnica actual lo único cierto es que la
variabilidad climática en la escala interanual (1-10 años) y la intraestacional revisten un gran interés en las empresas agropecuarias y de energía. En este caso el pronóstico proporcionado por modelos cualquiera sea su naturaleza cobran una verdadera importancia y aplicabilidad, en la medida que éstos tengan consigo mismo una técnica de control de habilidad de su capacidad predictiva (predictability). Esto tiene que ver con la seriedad de la información que se proporciona. En el caso del país son muy pocos los laboratorios que pueden indicar la habilidad de sus modelos o herramientas, habida cuenta de que pronosticadores que utilizan información venida de centros climáticos internacionales favorecidos por la nueva tecnología de Internet son muchos, y desarrollos locales de estas técnicas son pocas. También es importante a la hora de las decisiones que el usuario disponga de una buena Vigilancia Climática Operativa para que conozca la realidad que está aconteciendo. Esto último es también una herramienta de decisión y puede ser utilizada con o sin un pronóstico climático estacional intraestacional o interanual. Un artículo sobre esto se verá en “Noticias del Clima” de este
Laboratorio (La sequía actual en Argentina).
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