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El Instituto Nacional Autónomo de Investigaciones Agropecuarias, INIAP, a través de su Programa Nacional de Leguminosas y Granos Andinos, dio inicio al Año Internacional de la Quinua, mediante un informe de las labores realizadas en este cultivo llamado Grano Madre, y que forma parte de los sistemas de producción de los campesinos. 

“Se ha necesitado cientos de años, dijo Iván Reinoso, Director de la Estación Experimental Santa Catalina del INIAP, al inaugurar este evento, para posesionar a la quinua en la agricultura moderna”. 

“Este cultivo siempre ha estado en nuestros campos, pero ocasionalmente en nuestras vidas, incluso hubo una época en la que se lo catalogó como un cultivo en extinción”·. 

“Ventajosamente las instituciones de investigación agrícola entre las cuales se cuenta el INIAP, han revertido esa tendencia y hoy existe un reconocimiento por su  alta contribución a la seguridad y soberanía alimentaria de nuestros pueblos, indico Reinoso. 

“La investigación en quinua comenzó hace 32 años, manifestó Eduardo Peralta, Líder del Programa de Leguminosas y Granos Andinos, en el inicio la investigación tuvo muchas dificultades, pues a este cultivo se lo consideraba como  mala hierba y se la despreciaba porque se decía que era alimento de los pobres. Hemos trabajado muy duro en quinua y se ha logrado la atención de alrededor de 70 países en el mundo de este grano llamado Madre, porque puede reemplazar a la leche materna”. 

Entre los aportes de la investigación se encuentra la entrega de 5 variedades de quinua, se  ha generado tecnología para el cultivo; además se ha promocionado su uso y consumo, se ha publicado los resultados de las investigaciones tanto para los agricultores, como para los consumidores, amas de casa, técnicos e investigadores. 

En los actuales momentos se tiene en vigencia dos variedades de quinua dulce,  la “INIAP Tunkahuan” y la “INIAP  Pata de Venado”. La primera es de origen nacional que se siembra desde los 2.400 hasta los 3.200 metros de altura. La segunda tiene origen peruano – boliviano, recomendada para la siembra desde los 3.200 hasta los 3.600 metros, pues es tolerante al frío y a la altura.

Mayor información: INIAP. Estación Experimental Santa Catalina. Programa Nacional de Leguminosas y Granos Andinos. Ing. Eduardo Peralta. Teléfono: 2693360 

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