Un grupo de investigadores colombianos han diseñado un sistema de riego en invernadero para cultivar productos de consumo diario, con el fin de garantizar que sean confiables y saludables. El proyecto consiste en desarrollar nuevas prácticas agrícolas con el propósito de asegurar de manera real y efectiva, que los productos que se cultiven sean confiables, saludables, frescos y que no presenten ningún tipo de residuos.
DiCyt
Detrás de esta iniciativa está Cesar Augusto Romaña Acuña, ingeniero Agrónomo de la Universidad Nacional de Palmira, en el Valle (Colombia), quien en unión con una ingeniera química y varios profesionales, aplicaron efectivos protocolos de análisis y filtración permanente del agua, para ser utilizados como mecanismos de riego, más un sistema de cubierta que aísla la presencia de insectos en el cultivo. “El proyecto va ligado a los invernaderos, porque necesitamos bloquear con barreras físicas el ataque de los insectos. Queremos producir comida sana sin tener que pelear con insectos”, informó Romaña.
Cultivos hidropónicos en el 'Eje Cafetero' mejoran en invernadero.
La iniciativa plantea cultivar hortalizas como tomate Chonto y lechuga Batavia, de consumo diario en restaurantes, hospitales y hoteles de la zona cafetera, los cuales presentan altos niveles de contaminación y graves enfermedades en las personas. “Queremos llegar con un producto de muy alta calidad, certificado, con análisis de laboratorio y que sean productos al alcance de la gente”, declaró Romaña, quien agregó, que los cultivos se pueden realizar en los sectores de ladera, en un área de 1.600 metros cuadrados con resultados en seis meses, y una producción promedia de cinco mil kilos en hortalizas.
El sistema de cultivo que proponen estos investigadores, los cuales ajustaron más de dos años en la implementación y estudios comprobados en varias fincas de la región, permite abastecer bajo el mismo invernadero varios cultivos. “Estamos en un fase donde el medio ambiente está desestabilizado, y si quiero, como agrónomo garantizar buenos cultivos, debo aislar las plagas”, expresó Romaña.
Es una labor ética con los clientes –indicó Romaña–, con la gente que va a consumir los productos y con la tierra, y de esa manera, este proyecto entrega un cultivo donde las personas puedan decir, que el alimento que consumen es bueno, positivo y ,sano.
FUENTE: interempresas.net
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0