INTERNACIONAL. I+D+i. Acuerdo en Roma para reforzar la investigación agrícola

La FAO y el Consorcio de Centros Internacionales de Investigación Agrícola del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional (GCIAI) han acordado colaborar más estrechamente para aumentar la eficacia y el impacto de su trabajo. 

En una Declaración de Intención firmada en Roma el 12 de julio, las dos organizaciones se comprometieron a "colaborar de forma sólida y duradera en las diversas fortalezas institucionales de ambas organizaciones". La Declaración fue firmada por el Director General de FAO, José Graziano da Silva, y por Carlos Pérez del Castillo, Presidente de la Junta Directiva del Consorcio del GCIAI.

El Consorcio de Centros Internacionales de Investigación Agrícola del GCIAI  integra y coordina programas de investigación agrícola en 15 centros de todo el mundo. El Consorcio, junto a su organismo financiero, el Fondo del GCIAI, se constituyó en 2010 en una reforma del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola Internacional, una red mundial de centros de investigación agrícola creada cuarenta años antes.

La FAO y el Consorcio del GCIAI pondrán en marcha proyectos y programas conjuntos en virtud de un futuro acuerdo marco. Un campo específico de cooperación supondrá poner a disposición de los pequeños agricultores los nuevos avances y tecnologías desarrollados por el GCIAI y otras entidades.

La labor de investigación del GCIAI ascendió a 673 millones de dólares EEUU en 2010, poco más del 10 por ciento de los 5 100 millones de dólares EEUU invertidos en investigación agrícola para el desarrollo en todo el mundo. Los consiguientes beneficios económicos se calculan en miles de millones de dólares, y se estima que cada dólar invertido en investigación por el GCIAI genera alrededor de nueve dólares en aumento de la productividad en los países en desarrollo.

La investigación que desarrolla el GCIAI está financiada por más de 25 países y diversas organizaciones internacionales y ONGs. Tiene como objetivo reducir la pobreza rural, aumentar la seguridad alimentaria, mejorar la salud y nutrición humanas, y asegurar una ordenación más sostenible de los recursos naturales.

FUENTE: FAO