Representantes de campesinos e indígenas de Guatemala han comenzado en España un recorrido por países europeos para denunciar que el aumento de cultivos destinados a biocombustibles dificulta el acceso a la tierra y a los alimentos en su país.
Integrantes del Comité Nacional Campesino (CUC) tienen previsto reunirse con parlamentarios europeos en Bruselas y miembros del Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales de las Naciones Unidas en Ginebra, a quienes presentarán un informe sobre la difícil situación de las comunidades campesinas e indígenas en Guatemala.
Irán acompañados por representantes de la organización no gubernamental Intermón Oxfam en España.
El CUC sostiene que la pobreza rural en Guatemala se agudizó en los últimos años debido a la concentración de la tierra en manos de pocas empresas dedicadas a cultivos extensivos destinados a la exportación, especialmente de caña de azúcar para producir etanol y palma para elaborar biodiesel.
"Muchos países están interesados en los agrocombustibles, pero esto está causando problemas por los desalojos y por la disminución de suelos para el cultivo de alimentos y además no genera empleo. Entonces provoca graves problemas sociales", dijo a Efe en Madrid el Coordinador General del CUC, Daniel Pascual.
El representante guatemalteco destacó que "vemos que Europa está interesada en la producción de agrocombustible bajo el discurso de la energía limpia, pero allí es donde deberían ser fuertes los gobiernos europeos en pedir a las empresas que haya respeto a los derechos de la población de los países donde van a invertir".
Por su parte, la sub-coordinadora general del CUC, María Josefa Macz, explicó que el Gobierno de su país promete soluciones al histórico problema agrario y "en sus discursos plantea que las cosas van caminando bien, pero la realidad no es así".
"En estos momentos nos encontramos con esa grave situación de la desnutrición, debido a que no tenemos el espacio donde cultivar nuestros granos básicos, ni acceso a servicios públicos", agregó.
Macz forma parte de las 14 comunidades que fueron desalojadas a inicios del 2011 de las tierras que habitaban en la región del Valle del Polochic, al norte del país, porque las mismas eran reclamadas por una empresa productora de caña de azúcar.
El CUC estima que cerca de medio millón de familias campesinas e indígenas no pueden acceder a tierras en Guatemala, donde alrededor del 80% de las fincas está en manos del 7% de la población.
"Se necesita cumplir con los derechos de los pueblos indígenas, el derecho a la tierra y los bienes naturales. El modelo económico, que está basado en tratados comerciales y el modelo extractivo está llevando a una confrontación enorme", concluyó Pascual.
FUENTE: Terra
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