España: Plantar melón, un remedio tardío a los malos precios

Muchos agicultores han arrancado cosechas de pimiento ante la falta de rentabilidad y se han apresurado a plantar melón y sandía fuera de los márgenes tradicionales
Aunque no acostumbra a enseñar su finca, el presidente de Asaja Almería Francisco Vargas ha abierto sus puertas a Diario de Almería y ha avanzado las previsiones de la campaña de melón y sandía a pie de campo. En su caso, acostumbra a poner primero un ciclo con pepino y después otro de melón en cada campaña agrícola.

Este año las perspectivas son buenas en términos de calidad. "No hay excesiva humedad y por tanto tampoco estamos teniendo problemas de manchado". Si todo marcha según lo previsto, las temperaturas cálidas que se están registrando en los últimos días provocarán una maduración rápida tanto en sandía como en melón. En cuanto a las variedades elegidas, Vargas dice que la mayor parte de los agricultores de la provincia se están decantando este año por "las más exigidas por el consumidor", esto es: sandía negra sin semilla (tipo Fashion), melón negro (tipo Piel de sapo) y melón Galia. Éste último sigue teniendo su mercado, aunque las cifras de producción total han bajado bastante. Los malos resultados cosechados el año pasado en buena parte de los cultivos y la dureza en precios de una campaña de invierno que se ha alargado provocan recelos de los productores, que prefieren optar por variedades menos caras que el Galia.

"El pimiento no se está cotizando bien y hay gente que está empezando a arrancar y están plantando melón y sandía en una época en la que ya no se suele hacer". La 'fiebre' por acertar en el cultivo hace incluso que muchos que no están familiarizados con productos como la judía verde la elijan. En este caso "lo mejor es plantar poco terreno, una hectárea como mucho. Hasta la recolección la mano de obra es nula y después tampoco representa muchos gastos".

En las dos hectáreas que tiene Vargas hay melón. Hace unos días introdujo colmenas para estimular la polinización y, según sus cálculos, como él muchos otros empezarán a recolectar la cosecha en torno al 20 de mayo. Desde que se introduce la colmena hasta que se empiezan a recoger los frutos pasan apenas 50 días. "Y si la temperatura es aún más calurosa que ahora se puede recolectar cinco días antes".

De no ser por los factores externos, Vargas auguraría una buena temporada. "Soy optimista, pero estamos preocupados por la entrada de producto de terceros países". Desde hace semanas cualquier grande o mediana superficie cuenta con melón y sandía procedente de países como Senegal o Costa Rica. "Hasta a cinco euros las he visto", asegura el presidente de Asaja Almería. Lo peor es que el excesivo precio no va acorde con la calidad ofertada. "No tienen la madurez necesaria. El mínimo está en diez grados Brix y éstas no llegan a los 8 o 9". En cambio, agricultores como él exigen los 13 para asegurarle al cliente un sabor excelente.

"Cuando se paga un precio alto por un producto que no está bueno repercute en la imagen general. Si un consumidor compra una sandía y no le gusta, cuando vaya a por otra igual no la compra, y ahí nos están perjudicando".

Otra de las características a través de las cuales se pueden distinguir productos de países terceros de los autóctonos es el grosor de la pared blanca (el interior de la corteza que pega al fruto). Vargas asegura que en el primer caso oscila entre los 2 y 2,5 centímetros, mientras que en el segundo apenas roza los 0,5 y 1 centímetro.

Hay ocasiones en las que ni siquiera el etiquetado vale para conocer la procedencia. "Hay quien pone un origen distinto al real en productos que vienen de fuera". 

Fuente: Elalmeria