Cultivos con un retraso vegetativo de dos meses, falta de pastos, trajín de cisternas para llevar agua al ganado e incertidumbre sobre la disponibilidad para el riego son algunas consecuencias de la escasez hídrica, una situación que puede ser “catastrófica” si no llegan las lluvias de forma abundante.
Fuentes de las organizaciones agrarias y regantes reclaman ya al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) un Decreto nacional de Sequía que permita aplicar al campo rebaja de impuestos y líneas de créditos especiales y construir obras de emergencia.
El sector avisa que habrá agricultores que no puedan sembrar cultivos de regadío, ganaderos forzados a comprar piensos y forrajes en plena crisis de rentabilidad y más daños por conejos y fauna silvestre que sólo encontrarán alimento en campos de vides, olivos y herbáceos. La caída de ingresos, menores compras de insumos para la agricultura y descenso del empleo agrario serán otros efectos posibles.
El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, ha explicado que la falta de lluvias afecta ya al secano (85% de la superficie útil española), mientras que el regadío (15% restante) respira, con recursos garantizados en la mayoría de los territorios de momento.
Actualmente se irrigan frutales y hortícolas, y en breve se comenzará en los trigales, aunque existen serias dudas sobre los recursos disponibles para regar en las cuencas del Ebro y del Duero. En el primer caso, la situación es “de emergencia”, puesto que “los ríos están bajo mínimos” y “hay poca nieve en los Pirineos”.
Andrés del Campo ha hecho hincapié en que, además, no se han acometido aún las obras de regulación pendientes del Pacto del Agua del Aragón. Aunque los embalses del Ebro están al 57% de su capacidad, poco más del 30% es realmente aprovechable, ha precisado.
La combinación de falta de precipitaciones y heladas provocará daños “muy importantes” en los campos de secano del sur, aunque si llueve todavía podrán salvarse los del norte, sembrados recientemente o en proceso, ha detallado.En la Cuenca del Duero, la peor parte se la llevan los embalses de Pisuerga, Órbigo, Carrión, Barrios de Luna y Villanueva. Muchos agricultores se verán obligados a sustituir maíz y hortícolas por cereales o girasol en sus previsiones de siembra, incluso en los terrenos de regadío, el presidente de Fenacore.
El responsable de Producción Agrícola de COAG, Alejandro García-Gasco, ha apuntado que el problema de falta de agua es generalizado en toda España, aunque afecta más a cereales y leguminosas, y que si no llueve también perjudicará a los leñosos.
García-Gasco ha añadido que la falta de pastos complica la situación de los ganaderos, que tendrán que recurrir más a los piensos, que pueden encarecerse ante la previsible caída de la producción de grano por la sequía.
COAG ha considerado que deben iniciarse ya las peritaciones de daños ante la falta de nascencia del cereal y de brotes en los melocotoneros.
García-Gasco se ha mostrado preocupado tanto por la evolución de los secanos en Castilla-La Mancha, Andalucía y Castilla León como por el futuro de las concesiones de agua para el regadío.
“No ha llovido nada desde diciembre; llevamos un invierno de lo más seco, a lo que se suman las últimas heladas, con temperaturas de hasta 15 grados bajo cero. Ahora está todo arrasado en el campo”, ha asegurado el secretario general de UPA, Lorenzo Ramos.
“Si no llueve será catastrófico para el campo”, ha insistido Ramos, quien confía en que las previsiones meteorológicas que anticipan precipitaciones se cumplan y se salve una parte del cereal.
En el Tajo o del Duero no podrán sembrarse algunos cultivos de regadío y desde la Confederación Hidrográfica de esta última Cuenca han advertido incluso de que no garantizan el riego para esta campaña.
Para Ramos, los ganaderos son los que “lo pasan peor” ahora debido a la falta de pastos y agua en las charcas, lo que agrava la crisis sectorial después de las últimas subidas de los piensos.
En provincias como Salamanca o Zamora, los granjeros tienen serios problemas para abrevar el ganado y, en algunos casos, se están viendo obligados a abastecer incluso a las reses con cisternas al haberse secado las charcas naturales, ha precisado.
Arias Cañete admite una “sequía muy dura”
El Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, reconoció hoy en Lugo que “tenemos una sequía muy dura” y afirmó que la ausencia de lluvias está incrementando “el riesgo de incendios forestales”. Tras presidir la reunión del patronato del Centro Tecnológico de Alimentación de Lugo (CETAL), el ministro admitió que la situación “es enormemente preocupante” y añadió que “las reservas hídricas no están aún en niveles preocupantes, pero empezamos a tener muchos incendios”.
“Tenemos una sequía muy dura, en algunos territorios espectacularmente intensa. La siembra de otoño y los pastizales también se encuentran en una situación muy preocupante”, advirtió.
Ante este sentido, Arias Cañete defendió que el Gobierno “está analizando esta situación para ver, una vez que tengamos el desarrollo del impacto en todo el territorio español, las posibilidades que existen para poner en marcha mecanismos de apoyo a un sector que está muy afectado por la sequía”.
FUENTE: valenciafruits.com
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