La crisis del E.Coli no afectó de lleno a la producción de fresa porque cuando se desató estaba ya al final de la campaña, sin embargo los productores se han mantenido en alerta a la vista de posibles consecuencias posteriores en los mercados, que, de momento, parecen estar reaccionando de forma favorable. Otras berries, y entre ellas la frambuesa, fueron los productos más perjudicados, junto a otros de huerta y frutas de hueso. La crisis surgió en Alemania, país donde se encuentran los principales mercados de consumo en exportación de los frescos onubenses. El brote de E.Coli se extendió rápidamente por el resto de Europa y se cobró varias decenas de víctimas mortales, desatando la alarma entre los consumidores que dieron de lado a los productos españoles y andaluces al haber sido acusados injustamente como origen de la epidemia a los pepinos almerienses. Tras quedar demostrada la garantía sanitaria de las producciones españolas, se levantó la cuarentena a la huerta del país (una semana duró el veto) pero la reacción de los mercados fue más lenta dejando en destino millones de toneladas de productos sin comercializar que tuvieron que ser destruidas. Los productores onubenses valoraron las pérdidas en 6 millones de euros. El segundo revés relacionado con esta crisis vino de la mano de la UE cuando dejó fuera de las indemnizaciones a los productos de la provincia de Huelva al limitar las ayudas para tomates, lechugas, escarolas rizadas y de hoja lisa, pepinos, pimientos y calabacines. Estos contratiempos quedaron difuminados con el balance de la campaña 2010/2011 cuyos resultados fueron positivos en producción, ventas y comportamiento de precios.
La fresa mantiene su posición predominante en el sector de las berries, a pesar del notable avance que los productores concedieron en la pasada campaña a la frambuesa en base al objetivo de diversificar la producción y seguir avanzado en los mercados nacionales e internacionales. La superficie de cultivo se estabiliza en torno a las 8.300 hectáreas, cifra en la que destacan las 6.400 de fresa. La producción de este fruto rojo creció en la última campaña un 8,5% (en total 245.000 toneladas) gracias, sobre todo, a las condiciones climatológicas favorables tanto al inicio como a lo largo de toda la campaña, dejando atrás las malas rachas de años anteriores cuando bien por heladas o por fuertes lluvias se perdió parte de la cosecha. La climatología de temperaturas moderadas evitó la saturación de los mercados y favoreció un buen comportamiento de los precios, que crecieron en torno al 11,2%.
Los productores y exportadores cerraron la temporada con una facturación de 473,9 millones de euros. Freshuelva, la agrupación empresarial que concentra al 90% del sector, culminó la campaña con un incremento de producción de fresa por la que ingresó 342,5 millones de euros, superando en un 4,7% los ingresos del año anterior. El 80% de la fresa comercializada se destinó al consumo en fresco.
En el caso de la frambuesa, se recolectaron 11.350 toneladas, lo que representa un incremento del 37,6% con respecto al año anterior. Los productores facturaron 70,7 millones de euros pese a que su precio descendió un 16% y el valor medio de este fruto durante la campaña fue de 6,23 euros/kilo. Por moras y arándanos también se pagó menos, un 25% debido a la crisis de la E.Coli, que afectó, sobre todo, a estas producciones menores cuya cosecha en la provincia termina avanzada la primavera. Los ingresos por las ventas de arándanos alcanzaron en la provincia de Huelva los 56,7 millones de euros, mientras que para los de mora fueron solamente de 4 millones. Durante la campaña actual, las empresas onubenses han abierto nuevos nichos de mercado para las berries, exportando por primera vez a Malasia y Singapur, Rusia, Dubai y Brasil.
La pasada campaña agrícola fue la segunda en la que los productores prescindieron de los llamados contratos en origen.
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