España: Huelva innova con el control biológico

El cultivo de fresa en la zona de Huelva tiene una tradición de calidad y precocidad que últimamente está viviendo una evolución técnica importante con la introducción de la lucha biológica para el control de plagas con el empleo de depredadores naturales Orius laevigatus y Phytoseiulus persimilis.

En esta zona, caracterizada por un clima templado, la fresa está sometida a ataques precoces y graves de fitófagos, entre los que destacan la araña roja, Tetranychus urticae, y trips, Frankliniella occidentalis. Estos constituyen una amenaza a la productividad de la planta y a la calidad de los frutos y han necesitado desde siempre una importante aplicación de productos fitosanitarios para su control.

Sin embargo como se sabe, una defensa exclusivamente basada en la intervención química no soluciona los problemas; primero, la aparición de resistencias que llevan asociadas las aplicaciones repetidas y frecuentes de productos químicos así como los desequilibrios ecológicos en los cultivos y segundo, los problemas de plazo de seguridad ante la necesidad de entrar en los límites de presencia de residuos en el producto.

Por este motivo, un gran número de empresas líderes en el sector han introducido desde hace algunos años el control biológico para controlar a los dos fitófagos más peligrosos con sueltas de Phytoseiulus persimilis y Orius laevigatus.

Estos dos conocidos depredadores ya se emplean con éxito desde hace años en muchos cultivos incluidos la fresa pero nunca con la repercusión de ahora y en este difícil contexto.

La posibilidad de contar con enemigos naturales de calidad en el momento necesario, la puesta a punto de una técnica personalizada para cada finca y el constante trabajo de los técnicos en el campo, han hecho posible el éxito de esta innovación con una profunda reducción del empleo de la lucha química en el cultivo.

Esta revolución que no es sólo técnica sino también cultural; después de la desconfianza inicial, encuentra hoy cada vez más, su lugar. Sobre todo en las empresas más modernas y sensibles a las exigencias de la sostenibilidad pero también del mercado internacional.

fuente: freshplaza

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