En Azucarera, como en el resto del sector remolachero, sobrevuela la amenaza de la desaparición de las cuotas en 2014, en lugar de en 2020 como se había previsto. No obstante, para el consejero delegado, Juan Luis Rivero, esa situación solo puede traducirse en «oportunidad». Tira de optimismo y se subleva convencido de que «venga lo que venga, lo vamos a superar y vamos a seguir siendo los mejores». La multinacional ya tiene varios proyectos sobre la mesa, aunque a corto plazo, su esperanza es abrir una buena siembra en el Sur y cerrar una gran campaña en Castilla y León.
-¿Están ustedes satisfechos con el avance de la actual campaña?
-Creemos que vamos a estar cerca de sobrepasar las 100 toneladas por hectárea de media en las tres zonas, en las áreas de influencia de nuestras fábricas, y creemos que va a ser un año muy bueno, tanto en cantidad como en calidad. La campaña anterior tuvimos un pequeño retroceso, creo recordar que estuvimos cerca de las 94 toneladas por hectárea, con lo cual el salto a las 100 toneladas por hectáreas es un paso muy importante.
-¿Y qué esperan de la próxima campaña del Sur?
-Pues es una gran incógnita. Llevamos dos años malos, con unas condiciones climatológicas horribles y estamos esperanzados en que la próxima campaña volvamos a recuperar rendimientos.
-En Andalucía han incentivado la siembra con una serie de ayudas al agricultor, ¿piensan hacerlo también en Castilla y León?
-Lo que hemos hecho ha sido impulsar la siembra temprana porque creemos que el futuro pasa por sembrar antes y hacer ciclos más largos de remolacha. Y esto ha sido una cosa excepcional porque es una experiencia piloto. Lo aconsejaron nuestros técnicos y este año vamos a hacer la prueba a ver si se confirma lo que dicen los estudios sobre la siembra temprana.
-Pues los agricultores hablan de ayudas al transporte y de otro tipo de apoyo que dan en el Sur y que no llegan aquí...
-Las ayudas que hemos dado al transporte ya las damos aquí hace muchos años. No hay diferencias.
-Si antes de la reestructuración la remolacha se pagaba a 46 euros por tonelada y ahora se paga a 26, ¿no le parece que hay una descompensación que perjudica al productor?
-Nosotros la pagamos a 28, no a 26. Y el cultivador ingresa 40. Antes de la reforma el agricultor cobró 46, luego 42 y ahora 40. En el contexto actual de existencia de cuotas, la mejora de los ingresos del agricultor ha de venir vía incremento de la producción ya que la UE nos dará oportunidades de exportación y reclasificación. Como ese azúcar no estará sujeto a contratos con clientes, se generarán, sin duda, oportunidades de beneficios para todo el sector, y en esa línea estamos trabajando con las organizaciones agrarias.
-En Bruselas se ha pasado de debatir un posible incremento de las cuotas del azúcar a anunciar su desaparición antes de lo previsto. Eso ¿cómo se explica?
-Todos los fabricantes y asociaciones de agricultores en Europa apostamos por que las cuotas continúen al menos hasta 2020 porque nosotros creemos que el sector necesita un tiempo de adaptación, y lo necesitamos para alcanzar la competitividad cuando no existan las cuotas. Lo que no quita esto es que, sea cuando sea el abandono, España pueda seguir siendo competitiva, y para eso nosotros estamos trabajando. Sea el año que sea estamos intentando que todo el sector esté preparado para ello.
-¿Lo está haciendo bien el comisario Dacian Ciolos?
-No sé... es que el comisario piensa en la liberalización; está condicionado por todos los acuerdos de la OMC, realmente no sabemos todos los condicionantes que tiene. Ahora bien, dentro de la reforma de la PAC, el abandono de la remolacha va a ser un factor clave y nosotros vamos a intentar que todos los parlamentarios y gobiernos apoyen la idea de que necesitamos un plazo hasta 2020 para poder alcanzar esta competitividad.
-¿Vuelve la incertidumbre ?
-(Silencio) Sabe lo que pasa, que todas las amenazas que llegan al sector, nosotros las convertimos en oportunidad. Entonces, basta que nos pongan este tipo de amenaza para que trabajemos con más fuerza si cabe en buscar esa competitividad, y al final, eso nos hace mejores. Lo que tenemos que hacer es seguir mejorando.
-En esa reforma de la PAC no se contemplan inversiones para regadíos, ¿a ustedes les preocupa?
- Sí. Yo creo que es una de las correcciones que van a hacer en la PAC porque yo no le veo mucho sentido.
-¿Qué planes tiene su compañía a partir de 2014?
-Dependiendo de cual sea la fecha del abandono de las cuotas tenemos un programa en el cual ampliamos nuestro Plan 2014 (plan de mejora de rendimientos) hasta 2020. Nuestros técnicos van a seguir trabajando en el campo para que siga mejorando el cultivo de la remolacha, pero también en otra serie de estímulos. Queremos que el agricultor esté más vinculado con la industria y de hecho estamos pensando un plan de fidelización con ellos. La idea es tener un grupo de agricultores que apuesten por la remolacha. Sabemos que no va a ser el cultivo de éxito que era en el pasado; va a ser un cultivo más dentro de la rotación que va a dar muchas alegrías al campo si seguimos mejorando así.
-¿Y por dónde empezarán?
-Estamos buscando lo que nosotros llamamos nueva remolacha, en zonas de nuevos regadíos, que estén próximas a las fábricas y además pensamos en garantizar a esos nuevos agricultores, gente que quiera seguir el Plan 2014 y seguir de la mano de nuestros técnicos, una rentabilidad de 1.000 euros por hectárea. Estamos tan convencidos de lo que estamos haciendo que lo vamos a poder garantizar.
-¿A partir de cuándo?
-A partir de la próxima campaña aunque lo podremos concretar de cara a las próximas siembras. No obstante, en el plan de fidelización estamos pensando en pagar más precio por la remolacha a los agricultores que tengan rendimientos por encima de las 120 toneladas por hectárea en las tres próximas campañas. De esta forma nosotros crearíamos una bolsa con esos agricultores, en la medida de que sigan sembrando las mismas hectáreas y siempre consiguiendo más de 120 toneladas por hectárea y se lo reembolsaríamos a partir de 2014, de forma que podríamos paliar el efecto que va a tener en sus ingresos no recibir las ayudas de la reestructuración. También estamos trabajando en un plan para ayudar a financiar las ayudas que queden después de 2014. Tenemos que hablar con el Gobierno regional para ver la fórmula de que el agricultor reciba el dinero de golpe y en la campaña, no como ocurre ahora que recibe las entregas, pero las ayudas llegan muy tarde y algunas no se identifican con la remolacha.
-Con esos planes, ¿se podrían mantener los 42 euros?
-No, porque se van a perder seguro los seis euros de la reestructuración. Es imposible que se puedan tener unos ingresos de 40 euros tonelada en el futuro. Nosotros estamos pensando en cómo paliar los primeros años de transición para que sea lo menos traumático posible. Y en el futuro, cuando no haya cuotas, nosotros tenemos que ir pensando en estar, como mucho, tres euros por encima de lo que pague la industria francesa. Nosotros creemos que con esos tres euros venceremos el factor transporte que ellos tienen para traer la remolacha a España. Debemos estar preparados para competir con ellos.
-¿Qué es lo que les preocupa?
-Hay un estudio europeo que dice que Francia con la actual capacidad de producción podrá obtener 1,6 millones toneladas más de azúcar, sin hacer nada, solamente con los activos que tiene ahora produciendo. Esto será una amenaza para nosotros y nuestra obligación es ser suficientemente competitivos para que hagamos frente a esa amenaza.
-Hablemos de mercados. El precio del azúcar ha mejorado, ¿se puede considerar bueno?
- A ver, le explico. El precio spot de mercado (el que seguimos en las pantallas), solo tiene que ver con el precio al que hacemos los contratos con los principales clientes a largo plazo, con lo cual, el precio se fija en función de la cifra actual y de expectativas de precio. Vamos solapando contratos, unos con otros y, como todo el mundo puede entender, nuestra política no es intentar especular con los precios que hay en un momento dado. Luego, el 50% de nuestro negocio está basado en el refino del azúcar, con lo cual, los altos precios internacionales nos están haciendo pagar precios altísimos por el azúcar crudo. Lamentablemente en el crudo no podemos hacer contratos a largo plazo y entonces durante este último año hemos tenido que comprar al contado y en esta situación, los precios altos nos han perjudicado mucho.
-Ha vuelto Miguel Arias Cañete como titular del Ministerio de Agricultura, valórelo.
-Es importante que sea un conocedor del ministerio y de los problemas de la agricultura. También es un gran conocedor de Bruselas y esto es algo positivo porque nos hará no perder tiempo y atacar los problemas desde el día siguiente de su toma de posesión. Todas estas cosas creo que son aspectos positivos que nos van a ayudar en la negociación de la PAC.
-¿Qué le pediría?
-Pues que se sume a los mensajes que estamos mandando. Nosotros estamos convencidos de que el sector remolachero tiene un gran futuro en España. Sabemos que podemos ser competitivos. El abandono de cuotas es una amenaza que queremos que se convierta en una oportunidad para mejorar, y en eso estamos trabajando. Necesitamos que el trabajo sea conjunto para hacer esto una realidad. Los planes los tenemos; algunos de ellos ya los hemos empezado a desarrollar y vamos a dar la batalla para seguir siendo la región de Europa con la mejor remolacha tanto en cantidad como en calidad.
FUENTE. ELNORTEDECASTILLA.ES
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