Para tener una buena cosecha de manzanas a salvo de las plagas de pulgón no hay nada mejor que sembrar fabes de mayo entre los árboles. Se trata de una técnica de control biológico conocida por los labradores de siempre, pero que con el paso del tiempo ha caído en desuso, y que el Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) recomienda como una de las actuaciones más eficaces para preservar los pomares del dañino ataque de los insectos. Ésta fue una de las conclusiones que ayer expusieron los técnicos del Serida en la Jornada de transferencia de resultados de investigación de manzano, que se celebró en el Centro Municipal Integrado Pumarín-Sur. Numerosos productores participaron en una sesión que sirvió para dar a conocer los resultados de los últimos estudios desarrollados por el Servicio de Investigación y destinados a mejorar la productividad de las pomaradas, desde la selección y mejora de las variedades de manzano hasta la lucha contra las plagas. La intervención de agentes externos como insectos, ratones, topos y hongos son cuestiones que «preocupan mucho a los productores», tal y como apuntó Marcos Miñarro, investigador del Serida, que se encargó de relatar las acciones que se están impulsando desde el laboratorio para reducir el impacto en la producción de manzana. Una de las cuestiones «más frecuentes» que se plantean quienes tienen pomarada es la de la idoneidad de la presencia de hormigas en los manzanos, una presencia habitual y que «en términos globales, tiene efectos negativos». Tal y como expuso Miñarro, la presencia de hormigas favorece que la población de pulgones en los manzanos aumente de manera considerable. Así lo atestiguan los estudios de campo realizados por el Serida, gracias a los que se ha podido constatar cómo las hormigas estimulan la presencia del pulgón ceniciento y el verde, dos especies que les proporcionan melaza como alimento. A cambio, las hormigas les ofrecen protección, toda vez que hacen disminuir la presencia de los depredadores del pulgón. Para combatir estas plagas, el Serida recomienda remedios naturales como la siembra de fabes de mayo entre los árboles, dado que albergan un tipo de pulgón diferente que acaba con el del manzano. Además, otro remedio casero para plantaciones pequeñas consiste en «pintar un anillo de cola en el tronco para evitar que las hormigas suban al manzano». Otra de las líneas de investigación que se desarrollan desde Asturias, y en colaboración con una universidad de Illinois (EE UU) tiene que ver con las manchas que aparecen en las manzanas, y que, aunque no afecta a la producción de sidra, sí tiene efectos negativos en la comercialización de la variedad de mesa. El Serida ha comenzado a aplicar tratamientos para acabar con este hongo, pero «aún es pronto para evaluar su efectividad»
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