ESPAÑA. Innovación: El motor para una agricultura sostenible

En un mundo de recursos cada vez más escasos es necesario seguir produciendo alimentos saludables en el marco de una agricultura cada vez más competitiva, respetado el medio ambiente y contribuyendo al desarrollo del medio rural. En suma se trata de producir más con medios recursos y esto solamente es posible con la innovación tecnológica para desarrollar técnicas agronómicas en la producción de alimentos, piensos, fibras vegetales y combustibles renovables, respetando el medio ambiente y la sostenibilidad económica y social de la actividad agraria y ganadera.

Esta es una de las conclusiones que se desprenden de la presentación de la Agenda Estratégica de Investigación a cargo de la Plataforma Tecnológica de Agricultura Sostenible (PTAS), un foro que agrupa a los principales agentes del sistema ciencia-tecnología-empresa en el ámbito del sector agrario y ganadero. Este documento incide en la necesidad de dar una especial importancia a las buenas prácticas agrícolas, implicando al agricultor en el cumplimiento de los principios de sostenibilidad. Un vez identificados los retos, la Plataforma se encargará de de elaborar las estrategias para poder afrontarlos. Para ello, el grupo transversal coordinará todos los trabajos que están llevando las empresas en áreas de I+D+i.

El presidente de la Plataforma, Antonio Villarroel, cree que es imprescindible ver las necesidades y las prioridades del sector y que hay que hacerlo midiendo el impacto sobre los recursos naturales y cómo incide en aspectos tales como la energía, el agua o el suelo, cada vez más escasos y degradados. A su juicio, el futuro de la agricultura pasa necesariamente por lograr una sostenibilidad económica, social y medioambiental, pero destacando en primer lugar la primera, ya que si la actividad agraria no es rentable, es imposible que puedan cumplirse las otras dos premisas.

En este sentido, el director general de Cooperativas Agroalimentarias, Eduardo Bahamonde, la sostenibilidad económica pasa por que las explotaciones sean rentables, para que puedan fijar la población al territorio y lograr así la segunda pata de la ecuación, es decir, que sea sostenible socialmente. Finalmente, es necesario trabajar, cada vez en mayor medida, hacia una sostenibilidad medioambiental, no solo como cuidado de los recursos (ahorro de agua y conservación de los suelos), sino como un claro ahorro de «imputs», como los fertilizantes, los fitosanitarios y la energía. Para Bahamonde si no estos tres factores no van unidos «no hay nada que hacer».

Desde los Ministerios de Agricultura y Economía y Competitividad, apoyan este tipo de iniciativas y aprovechar las estrategias europeas en materia de innovación tecnológica. Por su parte, María Luisa Castaño, subdirectora general de estrategias de colaboración público-privada del Ministerio de Economía y Competitividad, subraya la necesidad de la internacionalización en la investigación, así como de la colaboración privada. Las claves para el desarrollo de los trabajos de investigación serán la colaboración, el compromiso y la confianza», asegura.

FUENTE: ABC