El jueves día 26 el Salón de Actos del Museo de la Semana Santa de Callosa de Segura acogerá un encuentro de especial importancia para el sector agrícola de la Vega Baja. Las distintas entidades que están trabajando en la recuperación del cultivo del cáñamo, celebrarán una reunión que empezará con la firma del Convenio de Colaboración entre la organización Jóvenes Agricultores ASAJA- ALICANTE, la Universidad Miguel Hernández, el Ayuntamiento de Callosa de Segura y la Escuela de Trabajos Artesanales del Cáñamo.
El objetivo del convenio no es ni más ni menos que unir las fuerzas con el firme objetivo de conseguir rentabilizar este cultivo que tuvo una presencia muy importante en la Vega Baja, pero que, por desgracia, prácticamente desapareció con la llegada de las fibras sintéticas (plásticos) con las que se empezaron a fabricar las redes y cuerdas.
Sin embargo, en el presente, distintos factores nos inducen a pensar que este cultivo puede ser una alternativa de futuro muy interesante para poder mejorar la rentabilidad de los agricultores, que es lo que realmente necesitamos para que nuestro sector pueda potenciarse. Así, tal y como reitera mi amigo y presidente de ASAJA Alicante, Eladio Aniorte, conseguiríamos ampliar la superficie cultivada, generar mucha más riqueza y dar empleo a numerosas personas. Justamente, lo que necesitamos en este país y especialmente, en los municipios rurales.
En la actualidad, la fibra de cáñamo se ha empezado a utilizar de nuevo en el sector textil con excelentes resultados. Vehículos de alta gama como Mercedes, VolksWagen, Audi, etc. están recurriendo a las fibras de cáñamo porque funcionan mejor en caso de incendio y por su poder antibactericida, entre otros motivos. Por supuesto, también se utiliza para hacer pantalones, camisas y todo tipo de prendas.
No sólo en el sector textil está teniendo Una fuerte implantación. La semilla sirve de alimento para los pájaros y ha surgido un nuevo uso: la obtención de un excelente aceite que es además el único que presenta las tres Omegas (3-6-9) y es bajo en colesterol.
Por último, la gramiza se puede utilizar en la construcción, en la fabricación de papel y como cama para el ganado. Con los usos tradicionales recuperados y las nuevas perspectivas que se plantean creemos que este cultivo puede ser muy positivo para los productores y para el usuario final, por supuesto. La gran calidad de la fibra avala este hecho.
Estas cuestiones, pormenorizadas, y otras muchas como los dignos precios que se están alcanzando en los mercados serán explicadas en la reunión del jueves, en la que además se presentarán todos los trabajos realizados hasta la fecha, en los que debo agradecer el gran trabajo desarrollado por el equipo colaborador de la UMH y en concreto, el realizado por Santiago García Martínez, Miguel Roca Detogores y Guillermo Parra Galant por los sorprendentes resultados que están proporcionado.
Para finalizar, se realizará una visita al campo. En una de las parcelas sembradas, tendrá lugar una exhibición que recreará los métodos que utilizaban antiguamente para realizar el segado. Reproduciremos esta actividad a la que tanto se recurrió en el pasado y que ha marcado la propia idiosincrasia de las personas que pueblan nuestra hermosa Vega Baja. También se recolectará la semilla con la cosechadora y se realizará un segado mecánico. Tras realizar estas labores, esperaremos unos días para proceder al secado de la varilla, pasándola a la balsa para el posterior enriado, secado y separación de la fibra y gramiza.
FUENTE: La Crónica Virtual
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0