Aunque más de 8 mil productos podrán beneficiarse, los agricultores tendrán complicaciones. Si bien todavía no hay un estimado de cuántos puestos de trabajo se podrían perder, miles resultarán perjudicados en el mediano plazo.
El llamado del ministro colombiano de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, para que el Banco de la República tome medidas frente al tema de la revaluación del peso es uno de los principales temores que hoy tienen muchos sectores de la economía, entre ellos el agropecuario, que ve complicaciones con la entrada en vigor del tratado de libre comercio -TLC- entre Colombia y Estados Unidos.
De allí que el sueño de muchos empresarios que estuvieron pendientes durante ocho años para que este TLC se convirtiera en realidad, puede quedar solo en eso, a pesar de que la administración del presidente Juan Manuel Santos ha echado las campanas al vuelo con el comienzo el pasado 15 de mayo del intercambio comercial a fondo entre los dos países.
Precisamente, sectores como el agro, el textil, cueros, servicios y la industria manufacturera podrían afectarse sensiblemente si el Gobierno y las autoridades monetarias no salen al paso de las consecuencias que puede dejar que el peso se haya convertido en una de las monedas más revaluadas del mundo.
Para Misael González, académico de la Universidad Nacional de Bogotá, las “cuentas alegres” que están haciendo con la vigencia del TLC “no dejan de ser eso, “ya que no se pueden echar las campanas al vuelo de algo que se desconoce si es positivo o no para la economía nacional. De pronto las cifras no son como se manejan y pueden dejar y causar más dolores de cabeza para muchos empresarios y agricultores que ven en este acuerdo la panacea de sus vidas”.
Las cifras a las que se refiere González son las que maneja el Gobierno: que el intercambio comercial entre Colombia y EU se disparará y podrá llegar en dos años a unos 50 mil millones de dólares, cuando hoy la balanza demuestra que Bogotá vende casi 22 mil millones de dólares y compra a Washington 13 mil millones de dólares, lo que deja un superávit en la balanza de 8.700 millones de dólares.
Intervención
Para el analista económico Bernardo Ramírez, “aunque los exportadores están incrementando sus ventas en volumen con más productos, no están logrando percibir mayores recursos debido a la revaluación del peso y a pesar de las coberturas cambiarias que le facilita el Gobierno”.
El experto indicó que una de las alternativas que se podrían presentar para frenar la revaluación del peso consistiría que el Banco Emisor intervenga más en el mercado para hacer que la moneda frene su valor, o por lo menos que su cotización resulte favorable a los exportadores.
“Una de las alternativas es que el Banco Central intervenga de forma más decidida en el mercado, pero a veces esta medida no da resultado cuando coincide con otras variables, como lo son la entrada masiva de dólares como producto de la inversión extranjera o del incremento de la monetización de las ganancias de empresas que ingresan esos recursos a la economía”, sostuvo Ramírez.
En su pedido, el ministro Restrepo dijo que la persistente apreciación del peso abarata las importaciones agrícolas y dificulta las exportaciones. “Revaluación y TLC no es una buena mezcla”, señaló el jefe de la cartera agropecuaria.
Restrepo añadió que “ojalá el Banco de la República comprenda que no puede pasar de agache. Buena parte del éxito del Perú frente al TLC es que no dejó revaluar su moneda”, agregó.
“Frente al TLC con Estados Unidos: ni moridera de lamentaciones, ni inacción indolente. Hay ventajas y riesgos para el agro. A utilizar las primeras y a controlar los segundos. Aunque se ha perdido tiempo desde que se aprobó hace seis años, aún es tiempo de actuar”, puntualizó el ministro de Agricultura.
Despidos
A su turno, el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Rafael Mejía López, dijo que antes de que entrara a operar el TLC con EE.UU., el sector floricultor despidió a 20 mil trabajadores en los últimos meses debido a que los costos laborales se incrementaron por causa de la apreciación del peso. “El resultado final es menor rentabilidad económica. Además, se reduce la inversión y el crecimiento del sector”.
Criticó que el Gobierno no ha tomado las medidas suficientes para incrementar las reservas monetarias y buscar mayores coberturas cambiarias para proteger al campo de la fluctuación del dólar, moneda que se ha depreciado un 7% en lo corrido de este año en comparación con el peso colombiano.
Si se prolonga la revaluación, dijo Mejía, las consecuencias para los productores agropecuarios del país pueden ser complicadas y se agravarían con el TLC, ya que no solo tendremos que afrontar menos dinero por nuestras ventas a EE.UU., sino tener que aceptar la avalancha de productos que llegarán de Norteamérica con bajos aranceles y que afectarán nuestra competitividad. A esto se suma que con un dólar barato comienzan a llegar mayores volúmenes de productos agropecuarios, lo cual es otro impacto a la conservación del empleo en el campo”.
Según la SAC, los productos que han pagado los platos rotos por la tendencia revaluacionista son banano, café, flores, aceite de palma, maíz, granos, carne y leche.
Por su parte, Augusto Solano Mejía, presidente de Asocolflores, aseguró que este gremio teme que el Banco de la República incremente las tasas de interés a “cualquier costo” para controlar la inflación. Señaló que esto va a seguir trayendo un mayor flujo de dólares al país, lo que puede poner en riesgo a los subsectores del agro.
Al pronunciamiento del representante de los floricultores, se unió el de Roberto Hoyos Ruiz, presidente del gremio de los bananeros Augura, quien señaló que el anuncio del Emisor se convirtió en un mal anuncio para un sector “con abundante mano de obra formal” debido a que se reducen los ingresos y también la capacidad de conservar el empleo.
Los floricultores y los bananeros, en una posición conjunta, le enviaron un mensaje al Gobierno para que haga más fuertes las coberturas cambiarias destinadas al agro y así se logre ponerle un primer freno a la revaluación, sobre todo ahora que deben afrontar una mayor competencia con el TLC.
Inversiones
Para el analista del Bancolombia, Daniel Velandia, “primero debe evaluarse cuál es el origen de la apreciación cambiaria y la conclusión ha sido que la inversión extranjera directa y los flujos públicos, algunas veces por endeudamiento del Gobierno u otros entes públicos, y en otras por el programa de inversiones de Ecopetrol -la petrolera estatal-, explican el fuerte aumento en la oferta de dólares en la economía y que frente a ambas nada puede hacer la autoridad cambiaria colombiana”.
El experto indicó que en los últimos años al menos tres ministros de Hacienda han tenido que explicarle al país que el fenómeno obedece a una coyuntura internacional que poco a poco se entiende, que parece menos transitoria y más estructural, ante la cual poco puede hacer el Banco de la República. Señaló que por eso el Gobierno actual hizo modificaciones fiscales para ahorrar en el exterior una parte importante de la bonanza minero-energética y aspira a hacer más en ese sentido si la reforma tributaria que va en camino al Congreso permite reducir el déficit de caja en pesos de la Nación.
Velandia manifestó que “la prolongada historia de la apreciación del peso colombiano nos ha permitido aprender que al final del día poco cambia la tendencia en el valor de la moneda, no solo por la debilidad mundial del dólar y la inundación mundial que hay de la divisa americana, sino también porque la situación es adoptada por la zona euro y Japón”.
Todos ellos lo hacen porque sus economías están colapsadas y en ruinas financieras, es decir, no crece el crédito por el sobreendeudamiento de los gobiernos, las empresas y los hogares, al tiempo que sus bancos tratan de subsistir en condiciones de liquidez muy estresantes.
También se han evaluado los efectos secundarios de las intervenciones cambiarias de la autoridad cambiaria, con grandes montos como 1.000 millones de dólares en un día o de 20 millones de dólares diarios durante períodos de tiempo prolongados. Con todo esto se concluye que mientras la tasa de cambio no varía su tendencia, los precios futuros o del mercado forward se reducen haciendo más costosa la cobertura a través de ventas de dólares a futuro para los exportadores.
Reservas
Mientras un estudio del FMI dice que Colombia tiene ya reservas internacionales superiores en 3% del PIB, al punto óptimo para atender una parada súbita de capitales. Como la autoridad cambiaria decidió hacerlo, es criticada por no aumentar en forma significativa el monto de intervención. Sin embargo, debería evaluarse para comprender los pocos beneficios y los altos costos cuando una propuesta no es sostenible por cuanto no se puede hacer de forma ilimitada.
El investigador señaló que “a la luz de 2012, las coincidencias pueden ser detestables, puesto que el Gobierno tendrá que hacer importantes inversiones en infraestructura, ahorrar menos y afectar la cantidad de dinero circulando en la economía”.
Antes de que el Banco de la República incrementara las tasas de interés en 25 puntos durante la pasada reunión de su Junta Directiva, el Consejo Gremial le había pedido al presidente Juan Manuel Santos y a sus ministros (incluyendo al ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry) dejar los intereses inalterados para evitar una afección a los exportadores y al campo colombiano. Sin embargo, la determinación del Emisor fue contraria. Comenzando el año, el desplome del dólar comenzó a asustar a los exportadores y a los productores agropecuarios.
Las coberturas cambiarias
Cerca de siete mil millones de pesos en ayudas a los exportadores agrícolas del país afectados por la revaluación reportó para las primeras semanas de implementación del Programa de Coberturas Cambiarias 2012, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Fondo para el Financiamiento del Sector Agropecuario, Finagro. La toma de las coberturas, que para este año demandará inicialmente recursos del Ministerio por 500 millones de dólares, se inició el pasado 9 de abril.
Finagro, operador del programa, informó que a la fecha se han cubierto exportaciones por 142 millones de dólares. En esta ocasión, el Ministerio de Agricultura ha aportado en el cubrimiento de parte del costo de las primas y a favor de los exportadores agrícolas que han accedido a las coberturas, cerca del 50% del valor.
Los más activos en la toma de coberturas han sido los floricultores que han cubierto exportaciones por 102 millones de dólares. Le siguen los bananeros y los cultivadores de caña de azúcar. Este programa fue creado por el Gobierno, a través del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, con el objeto de proteger el ingreso de los exportadores agrícolas y preservar el empleo sectorial frente a variaciones en la tasa de cambio.
Los beneficiarios pueden ser todos los productores agrícolas, pecuarios y acuícolas exportadores. En lo acumulado del programa, desde 2010, se han cubierto exportaciones por más de 860 millones de dólares. Para los pequeños productores, el Gobierno autorizó la toma de coberturas a través de las cooperativas, asociaciones y agremiaciones de pequeños productores para que puedan acceder de manera más pronta a estos beneficios.
Sindicatos rechazan acuerdo
El tratado de libre comercio con Estados Unidos es negativo para Colombia, señalaron los presidentes de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT) y Confederación General del Trabajo (CGT) a El Nuevo Día, quienes consideran que este convenio comercial aumentará la desigualdad social, en la que “los ricos serán cada vez más ricos mientras los pobres, más pobres”.
“El Gobierno ha venido mintiéndole al país sobre los beneficios del TLC y cuando se estrelle con la realidad va a decir que era cierto lo que se estaba planteando”, dijo Héctor González, presidente de la CUT, subdirectiva Tolima, al manifestar que las centrales obreras consideran que el TLC, que entró en vigencia el pasado 15 de mayo, va a afectar la educación, la salud y la economía.
“Es un acuerdo que solo favorece a una de las partes: los Estados Unidos, y ellos han impuesto las condiciones, porque la verdad es que no ha habido una negociación, sino una imposición de los mecanismos internacionales, como el Fondo Monetario Internacional, que ejerce presión sobre los gobiernos para establecer unos acuerdos que solamente favorecen al más poderoso”, agregó.
Sumado a ello, el directivo argumentó que saldrán seriamente afectados los intereses de los trabajadores, porque en distintos sectores hay quienes no van a soportar la competencia norteamericana, es decir que muchas empresas podrían quebrar y, por consiguiente, se generarán despidos y más pobreza. “Lo que va a suceder es que va a haber más importaciones nuestras y menos exportaciones. Nos van a comprar algunas materias primas, pero ellos nos van a vender todo, incluido los alimentos, lo que va a generar una pérdida”, anotó.
Entre tanto, Fabio Barragán, presidente de la CGT, manifestó: “Tememos mucho tras la entrada en vigor del TLC, especialmente porque somos un territorio netamente campesino y este saldrá golpeado. Por ejemplo, el sector arrocero se verá afectado, debido a las importaciones de arroz; igualmente el sector avícola, pues al gringo no le gusta sino la pechuga y los perniles, y a nosotros nos van a vender la rabadilla, las alas y las patas”.
Fuente: Telegrafo
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