EL PLACER DE CULTIVAR

"Si quieres ser feliz unas horas canta una canción, si quieres ser feliz unos meses búscate una pareja y, si quieres ser feliz toda la vida cuida un Huerto" (Proverbio Chino)

Sea semilla de su propio abastecimiento. Una de las prácticas más antiguas que hemos ido delegando en los grandes cultivadores, nos han llevado a ir progresivamente olvidando una de nuestras raíces ancestrales: ser autosuficientes de nuestra alimentación

Y es que la tierra, las semillas, el riego y el cuidar de nuestras provisiones, se fueron diluyendo de nuestra vida y vocabulario, convirtiéndose en una tarea digna de dioses y titanes, llevándose el dulce placer de poder “recoger” nuestros alimentos de nuestra propia huerta.

El trabajo, los quehaceres y los cuidados que prodigamos a nuestra familia solo son pretextos que acortan nuestros días y nos dejan exhaustos! Es frecuente encontrarnos con personas jóvenes padeciendo de una serie de enfermedades por mantener un estilo de vida agitado.

¿Cuánto tiempo dedica usted a realizar actividades que sean placenteras y que al finalizarlas le causen satisfacción? 

La experiencia me lleva a invitarles a recuperar una maravillosa costumbre practicada por nuestros antepasados, donde cualquier maceta era digna fuente de plantas aromáticas, frutas y hortalizas que simplemente abonadas con los residuos orgánicos de un suculento almuerzo, preparado en una tarde de domingo para toda la familia, era suficiente para lograr abonar tierra productiva.

Olvídese de los pretextos modernos con términos complicados y técnicas sofisticadas que nos han hecho perdernos del dulce placer de cultivar. Los espacios habitacionales actualmente ya no son un pretexto válido para abstenernos de hacerlo y no se imaginan ¡Todo lo que se están perdiendo!

¿Quiere comprobarlo? Lo primero es que no necesita ser un experto en alta jardinería, ni mucho menos. Simplemente tener el deseo y las ganas son suficientes.

¿Qué necesita?

• Una vasija que ya no se utilice en casa, no las deseche de su cocina, ¡Reutilícelas! ¿Ya las botó? ¡No importa! La botella plástica de la gaseosa, el aceite y hasta de algunos detergente, que tengan boca ancha ¡Sirven! Simplemente córtelas a la mitad, decórelas a su gusto (sus hijos pueden ayudarle), ábrales uno huequitos en la base y ya tiene una maceta propia para cultivar
• Tierra. Ahora es muy fácil adquirirla en las cadenas de supermercados, ahí vende bolsas de tierra, a buen precio y lista para plantar. Sólo fíjese que sea tierra limpia y que no tenga químicos.
• Semillas. ¿Qué quiere comer fresco y orgánico? Ahora es muy fácil adquirirlas, todas traen las indicaciones para cultivarlas, empiece con las más sencillas y las que no necesitan demasiado espacio para desarrollarse.
• Espacio. ¿Sabia usted que una semilla solo necesita sol, agua y amor? El quicio de una ventana, encima de un mueble o hasta en un corredor donde llegue luz y aire, es un lugar perfecto para iniciar “su huerta”
• Agua. Hay plantas aromáticas, frutas y hortalizas que requieren de poco agua, pero abúndelas de cariño y reconocimiento: dedíqueles tiempo y prepárelas para que un día, más adelante, sean comestibles.
• Abonos. Deje de lado los pesticidas y químicos, reutilice los desechos orgánicos de sus preparaciones en la cocina, córtelos, elimine las semillas de frutas y algunas verduras y ¡Todo sirve para abonar el cultivo dentro de casa! ¿Y sí aparecen las plagas? No se preocupe hay eco-plaguicidas caseros que más adelante le enseñaremos a preparar y rociar para mantener sano “su huerta”       

Y, ¡Ya! Usted ha comenzado uno de los placeres más recompensables: cultivar… No olvide escribir en un cuaderno las fechas y actividades que desarrolle, esto va a ser importante a la hora de iniciar futuras plantaciones. 

¡No espere a comprarse una hectárea de un terreno a 1 o 2 horas de camino, a buen precio! Comience por involucrar a su familia y regale de vez en cuando el producto de su huerta, se dará cuenta que ya somos muchos los que estamos aprovechando 1 horita en la mañana o de la noche cultivando en nuestras casas o apartamentos, además que nos permite embellecerlos y los volvemos más confortables.

Cultivar es una experiencia maravillosa que nos lleva a reconfortar nuestro espíritu  

Contacto: Ma.Del Carmen Rodriguez

Bogotá-Colombia