Un nuevo fenómeno apuntala los precios del maíz: agricultores prósperos de Estados Unidos.
Tras haberse beneficiado de las altas cotizaciones del año pasado, los productores se han vuelto más exigentes a la hora de vender su maíz. Algunos han optado por almacenar una mayor parte de su cosecha, en lugar de ponerla en el mercado, una decisión que según los analistas contribuye a mantener los precios del grano relativamente altos.
Los agricultores tienen almacenado 64% del maíz de EE.UU., frente a 62,7% hace un poco más de un año, según el último sondeo trimestral del gobierno. Se trata del nivel más alto en dos años.
Rick Elliott ha almacenado más maíz este año, apostando a que los precios se elevarán.
El aumento, aunque moderado, se produce en momentos en que el Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) proyecta que las reservas globales de maíz disminuirán a su nivel más bajo desde la cosecha 1973-1974 en términos de días de uso.
Esto ha provocado una inusual presión sobre el suministro en la región central de EE.UU., lo que ha impulsado los precios para las procesadoras de granos, los ganaderos y los fabricantes de etanol. El mayor costo podría afectar los márgenes de ganancias de los compradores y hacer que trasladen los incrementos a sus clientes.
"Los agricultores están en una posición más fuerte", señala Rich Feltes, vicepresidente de investigación en la corredora de futuros R.J. O'Brien en Chicago.
Rick Elliott, un agricultor del estado de Illinois, tiene 350.000 bushels de maíz almacenados, frente a un promedio de 300.000 en esta época del año. Elliott y su familia han invertido en nuevos graneros que han duplicado su capacidad de almacenamiento en los últimos 10 años. "Los graneros siempre nos han generado dinero", cuenta. "Nos da muchas opciones".
El almacenamiento ha trastocado el ciclo de precios del maíz. El grano es normalmente abundante en la región central de EE.UU. —donde se cultiva la mayor parte del maíz del país— en esta época del año, en los meses posteriores a la cosecha, y a menudo se vende con un descuento de entre 10 y 30 centavos respecto a los precios en el mercado de futuros, explica Feltes. Este año, sin embargo, algunos compradores de esta región están pagando más.
Los precios en el mercado de futuros de EE.UU. se han casi duplicado desde mediados de 2010, cuando las preocupaciones por una pobre cosecha alcanzaron su cénit. Desde su récord de 2011, han caído ligeramente y se espera que este año los agricultores planten mucho maíz. Los contratos de futuros para entrega en marzo subieron 0,2% el viernes y cerraron en US$6,4075 por
bushel. No obstante, han retrocedido 0,9% en lo que va del año.
Al acumular granos, los productores apuestan a que los precios reanuden su reciente racha alcista. La estrategia conlleva riesgos, incluyendo la posibilidad de que las cotizaciones puedan caer de forma pronunciada. En el caso de Elliott, se protege comprando opciones que le garantizan un precio mínimo.
El USDA pronosticó la semana pasada que los agricultores plantarían más hectáreas de maíz que en cualquier año desde 1944, lo que podría socavar las cotizaciones.
Los precios más altos de los granos ayudaron a elevar los ingresos netos del sector agrícola de EE.UU. a US$98.100 millones el año pasado, un alza de 24% frente a 2010, según el USDA.
Una menor carga de deuda entre los agricultores estadounidenses también contribuye a su capacidad de almacenar el maíz. El año pasado, la deuda total de todo el sector representaba 10,5% de los activos, el nivel más bajo desde 2007, según el USDA.
FUENTE: online.wsj.com
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