Fuertes y continuas lluvias dañan vías, viviendas y la producción agropecuaria. La Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos dispuso acciones inmediatas a los comités de operaciones provinciales y cantonales
Blanca Freire vive en la cooperativa Ficus del cantón Durán, provincia del Guayas, pero ayer permanecía en casa de unos familiares en Guayaquil. En su barrio, un canal colector de aguas se rebosó y los efectos se sintieron en sectores vecinos como “La Herradura” y “Una Sola Fuerza”. “Hasta las culebras han salido”, dice temerosa.
Guayas es una de las doce provincias que la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR) declaró en alerta amarilla, debido a los daños causados por fuertes y continuas lluvias. Según la resolución SNGR-032-2012, la lista incluye también a Esmeraldas, Manabí, Santa Elena, El Oro, Los Ríos, Santo Domingo de los Tsáchilas, Galápagos, Cañar, Azuay, Chimborazo y Cotopaxi.
La medida se tomó por solicitud de Felipe Bazán Montenegro, subsecretario de Respuesta, y sobre la base de los informes del Centro Nacional de Análisis y Pronóstico del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).
Esta entidad pública pronosticó, el viernes pasado, que se pueden presentar precipitaciones de manera sostenida en la región costera ecuatoriana durante varios días.
En Santa Elena, desde el mes pasado las precipitaciones han afectado a las comunas cercanas a la cordillera Chongón-Colonche; varias localidades están aisladas debido a la destrucción provocada por la creciente de los ríos.
Comunidades como Bajadita y las Balsas de Colonche, Pechiche en la parroquia Chanduy, Río Blanco y San Francisco en Manglaralto sufrieron este tipo de afectaciones.
El sábado de carnaval las lluvias afectaron al complejo turístico en Baños de San Vicente. El agua llegó hasta las piscinas de lodo volcánico y los turistas abandonaron el sitio.
En el puerto pesquero de Anconcito, 25 familias evacuaron sus casas, que estaban construidas sobre un sitio de riesgo. Las fuertes lluvias provocaron hundimientos y grandes grietas en las viviendas.
José Becerra, director regional 7 del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, sobrevoló la provincia de El Oro y confirmó que una de las vías más afectadas es el tramo Balsas-Río Pindo, en el límite interprovincial El Oro-Loja, que sería reabierto en cinco días.
Según el reporte oficial, el deslave afecta una longitud de 5 kilómetros, pero la población de San José dice que son diez y uno de cien metros, donde quedaron atrapados vehículos y fallecieron tres personas. El domingo pasado, en San Miguel el cerro se deslizó y afectó un tramo de 220 metros.
Tecnólogos, geólogos, geotécnicos e ingenieros de campo evalúan la zona y el cantón Piñas, donde el río Naranjos se desbordó el domingo y afectó centros turísticos localizados en la vía Platanillos-Panupali-Naranjos-Saracay. Además, la población sufrió pérdidas materiales.
En la capital de la provincia de Los Ríos, las calles estuvieron inundadas ocho horas, por el corte de energía eléctrica desde la medianoche del sábado, dijo Pedro Maquilón, gerente de la Empresa Municipal de Saneamiento Ambiental (Emsaba EP). “Las bombas del control de inundaciones dejaron de funcionar. Otro problema fue que el nivel del río estaba más alto que en días pasados, y la basura tapó los sumideros”.
El funcionario reveló que sobre la ciudad cayeron 140 milímetros de agua con la lluvia de la madrugada.
Fuente: Expreso | Elproductor.com
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