Cultivos en Invernaderos

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Comentario por JUAN PEDRO CORONA el enero 28, 2010 a las 7:28pm

En la producción de hortalizas bajo invernadero es posible lograr hasta 40 semanas de producción en una planta o bien, mantener una producción constante con plantaciones múltiples. El monto de inversión requerido es alto, por lo que se debe asegurar la viabilidad de cada proyecto y tener los cuidados necesarios para el buen desarrollo del cultivo.

El productor debe siempre “leer” la planta y llevar un registro de ciertos factores de ésta como el grueso del tallo, largo de la hoja, así puede entender cómo progresa el balance de la planta. También se recomienda utilizar datos de la historia del cultivo para comparar años y resultados para tomar las mejores decisiones. La disponibilidad de agua, frecuencia y concentración de riego, rango de temperatura, manejo de humedad, nivel de CO2, densidad de plantas, cantidad de frutos o de hojas, son factores que podemos controlar para influir en el balance de las plantas.

La temperatura promedio afecta la velocidad de desarrollo y los días requeridos para la maduración de la fruta, pero no necesariamente influye en el balance. Tenemos que entrenar a la planta y prepararla para las condiciones que se vayan presentando. El ciclo es planear-actuar-observar-medir-ajustar planes y da una serie de sugerencias para producir con éxito en invernadero.

7 claves para obtener un buen cultivo

1) Maximizar la fotosíntesis. Siempre debemos tener presente que la fotosíntesis produce todos los asimilables para el desarrollo de la planta y su fruto. Hay que buscar cómo mantenerla a su máximo según las condiciones y analizar cómo esta meta afectará las especificaciones del invernadero y las decisiones en el manejo del mismo. La razón de construir un invernadero es para maximizar el proceso de fotosíntesis.

2) Balancear las plantas. El siguiente paso es inducir la distribución de los asimilables a las diferentes partes de la planta, es decir, cabeza, hojas, flores, frutos y raíces.

3) Mantener el cultivo sano. Debemos asegurar que no se pierda potencial productivo por las enfermedades a las que puede estar sujeto el cultivo. Los hongos foliares e infestaciones de insectos reducen la capacidad de fotosíntesis. Las enfermedades de raíces afectan el desarrollo, la fotosíntesis y la vida de la planta. Los virus y las bacterias se trasmiten de planta a planta y pueden acabar áreas sustantivas del cultivo. Por ello, se requieren programas de monitoreo para identificar problemas de inicio y poner en práctica controles apropiados.

4) Mantener la población de plantas. Hay que asegurarnos que tenemos una población completa de plantas, ya que algunas se pueden perder por razones de enfermedad o por daños mecánicos. Hay que tomar en cuenta que la población óptima varía según las estaciones del año.

5) Mantener un cultivo uniforme. Esta meta es muy importante y es afectada por diferentes factores. Desde el diseño del invernadero hay que minimizar la variación en factores de clima y riego. Las unidades de invernadero grandes ayudan a lograr esto. También se necesita uniformidad en el medio de soporte porque no se puede cambiar durante el ciclo. Desde la siembra hay que mantener uniformidad entre las plantas; el factor más importante para lograrlo es la calidad del trabajo y que éste se realice a tiempo.

6) Asegurar la calidad y tamaño del fruto. Cada fruto debe contar con las cualidades necesarias de calidad para obtener el mejor precio. Hay que eliminar los defectos al máximo. Altas temperaturas afectan la firmeza del fruto. Una temperatura promedio y una alta densidad de plantas y frutos por metro cuadrado afectan el tamaño del producto. Un buen manejo de clima y riego es necesario para prevenir otros problemas de calidad de la fruta. Es necesario un balance adecuado para obtener buena forma del fruto. En los trabajos hay que prevenir que se dañe mecánicamente la cosecha y en el deshije quitar los frutos malformados.

7) Controlar los costos. Este tipo de producción es un negocio de costo fijo (plantas, fertilizantes, gas, mano de obra por la planta, mantenimiento, depreciación, administración y costos de financiamiento) y los costos variables son pocos (mano de obra para pizca y empaque, materiales de empaque, fletes y comisiones).

La manera más efectiva de bajar costo por kilo es producir más kilos.

Otras recomendaciones:

Optimizar la luz. Según los datos de insolación, tenemos que considerar la luz desde la ubicación de los invernaderos. Los surcos deben colocarse en posición norte-sur. En verano, en muchos lugares hay demasiada luz y se requiere aplicar pintura de sombra, lo cual implica contar con el equipo para aplicar y limpiar todo bien y rápido. De octubre a marzo se puede decir que un punto porcentual más de luz es un punto porcentual más de producción.

Optimizar temperatura. El proceso de fotosíntesis es afectado por la temperatura, especialmente arriba de 30°C. La respiración es superior con alta temperatura y consume los asimilables de la fotosíntesis. El control de clima se enfoca mucho en el manejo de temperaturas, respetando la necesidad de mantener la humedad.

Requerimos poner los invernaderos donde está más fresco, tener una buena ventilación o, bien, sistemas de enfriamiento. En ciertos lugares se establece una temporada corta de cultivo por razones de temperaturas.

Optimizar CO2

El incremento en el nivel de CO2 aumenta la fotosíntesis, pero a la vez se cierran las estomas de la planta. Cuando las ventanas están abiertas sólo un poco se puede llegar a niveles altos (mayor a 1,000 ppm) con escaso volumen de CO2; con mucha ventilación se requiere más inyección de CO2 para mantener los niveles requeridos. El cálculo de nivel óptimo se complica más por el efecto de CO2 a mediano plazo y el valor de fruto en el futuro. También en condiciones de estrés el CO2 puede ser dañino. La no disponibilidad de CO2 puede ocasionar una baja en la producción de hasta 40 por ciento.

Facilitar el consumo del agua

El agua es un componente del proceso de fotosíntesis, pero se consume más en la fase de transpiración, muy importante en el manejo de temperatura en el invernadero. La demanda por agua en la planta aumenta con la radiación solar, temperatura, baja humedad o viento. La capacidad de transpiración es afectada por factores como la condición del sistema de raíces, conductividad del agua, contenido del agua en el medio de soporte y frecuencia de riegos.

El incremento en el sistema de riego y la baja de la solución nutritiva puede aumentar de manera significativa la transpiración y la fotosíntesis. Por ello, es importante el monitoreo en el consumo del agua y la conductividad del riego y del agua del drene. El manejo de riego debe estar integrado con el manejo de clima para responder al cambio de condiciones del ambiente.

Mantener el microclima de las hojas

La meta es siempre mantener las estomas abiertos. Esto implica mantener la turgencia en la planta y una buena conducción de agua desde el medio de soporte y las raíces, hasta las hojas. Si las estomas están abiertas hay flujo de humedad hacia fuera y entrada de CO2 para la fotosíntesis. Una vez que el flujo de agua no mantiene la turgencia, las estomas se empiezan a cerrar y se reduce la entrada de CO2. Una alta temperatura o baja humedad en el microclima de las hojas causará pérdidas en la turgencia.

Los sistemas sofisticados y computarizados de riego y de control de clima son necesarios para manejar bien este proceso en grandes instalaciones.

Cómo alcanzar las metas

Las técnicas más importantes para alcanzar las metas anteriores son:

Especificaciones de proyecto. No deje al constructor del invernadero hacer las especificaciones del proyecto. Analice las necesidades de la zona, clima, cultivo y temporada de producción esperada. Hay mucha infraestructura y equipo en torno al invernadero que tenemos que incorporar en la especificación y las corridas financieras. Hay que elaborar un buen plan de construcción que incluya la infraestructura y monitorearlo para respetar las fechas factibles para plantar.

Planeación agronómica. Considere un plan del cultivo que incluya la radiación solar y las tempera-turas normales. Incorpore la temperatura promedio, densidad de plantas, frutos por metro cuadrado, cantidad de hojas. Hay etapas críticas que van de la siembra hasta la pizca, trasplante y terminación del cultivo. El control del balance después de la siembra es muy importante por la calidad, producción y el futuro de la planta.

Registro de todos los factores. Es muy importante para comparar lo actual con el plan agronómico y hacer los ajustes necesarios, además de dar a conocer el balance de la planta. Se recomienda tomar datos de factores climáticos afuera/adentro de los invernaderos, riegos y condiciones en el soporte y realizar cierta medición semanal de la planta.

Planeación de las operaciones. Hay que hacer un plan de trabajo para todo el cultivo, con planes semanales en detalle y revisión frecuente de la situación actual. Se necesita la maquinaria para realizar los trabajos rápidos en su fecha/hora óptima. Tener suficiente personal para hacer los trabajos a tiempo.

Especificar cómo hacer cada trabajo. Hay que especificar la manera de hacer cada trabajo (min/100 plantas o min/surco). Se puede formalizar las “buenas prácticas agricolas”, analizando el sistema de trabajo en otro invernadero que esté funcionando óptimamente. Se tiene que definir cada proceso y las responsabilidades de las personas que realizan los trabajos especiales, como manejo y revisión de riego, control de plagas, control de calidad.

Entrenamiento de todo el personal. Es necesario contratar a personas con experiencia para los puestos críticos. La mayor parte del trabajo es repetitivo, pero muy importante para mantener el cultivo en buen estado. Invertir tiempo en un programa de entrenamiento, empezando con los supervisores, quienes pueden enseñar después a los trabajadores, puede dar buenos resultados, es buena idea vincularse a una Universidad relacionada con la agricultura donde sus egresados puedan hacer sus prácticas profesionales en la empresa.

Procedimientos de emergencias. Se puede perder el cultivo por falta de electricidad, agua, heladas o temperaturas altas. Es necesario tener equipo bueno y confiable, con buen mantenimiento y las refacciones críticas. Cuando ocurre una emergencia se pone en marcha el plan, por lo que es recomendable practicar el plan de emergencia y ajustarlo según los resultados.

¿Qué pasará si no alcanzamos las metas? Es difícil mantener todo en su máximo durante 40 semanas de producción. Hay problemas que se pueden arreglar rápido, que bajan del óptimo por unas semanas y después se recupera la producción. Pero también hay problemas que son complejos, como la infestación con botritis y la virosis, que siguen aumentando su efecto cada semana.

El futuro del negocio depende de reducir la curva de aprendizaje y de la capacidad del personal en conducir el cultivo por un buen desarrollo.

Comentario por Juan Luis Rodríguez García el noviembre 12, 2009 a las 7:50pm

hola un saludo de parte del agronomico del peru te dejo la direccion de mi blog,espero compartir experiencias e informacion agraria http://elagronomico.blogspot.com/

Comentario por Juan E. Rodriguez el noviembre 4, 2009 a las 10:15pm

gracias Jesus ojala pudiera tener esa informacion lo mas pronto posible..de todos modo te lo agradezco...y feliz de saber de ti a tus ordenes.

Comentario por Jesùs E. Guzmàn A. el noviembre 4, 2009 a las 4:49am

Amigo Juan, cordial saludo. Te comento que el colega y amigo Cristian Retina de Guatemala puede tener experiencia en el campo de invernaderos ya que trabaja la instalación de estos. Hasta el momento no he podido conseguirte información. Hasta la próxima,

Jesús E. Guzmán A.