Pasado más de medio año de haberse desembolsado recursos del orden nacional para mitigar los daños generados por enfermedades asociadas a la ola invernal en cultivos como el plátano, los cítricos y la mora, el ICA presentó resultados que muestran un nivel satisfactorio de recuperación.
“La temporada de lluvias que se dio desde mediados del año anterior llevó a que se originaran condiciones para el incremento de problemas sanitarios en estos tres cultivos en el departamento, ante lo cual el ICA ha tomado acciones de intervención para la restitución de la capacidad productiva de estos sectores”, explicó el gerente seccional de la entidad en el departamento, José Narcés Aguirre Nieto.
El informe de la autoridad sanitaria reporta que de las 35 mil 554 hectáreas sembradas en plátano, 200 registraron presencia de enfermedades como el moko y la sigatoka negra. De estas, hasta el momento, han sido tratadas 165, mientras que el resto serían abordadas durante los próximos dos meses.
“El efecto de estas plagas ha conllevado pérdidas importantes para los productores. Por ejemplo en sigatoka negra, se conoce que ha reducido en un 30% la producción departamental, con una afectación centrada principalmente en Montenegro, Quimbaya y Armenia, los municipios donde más volumen de producción hay. Los cálculos estiman que se han perdido tres mil 360 millones de pesos”.
No obstante el daño originado en la producción podría ser mayor incluso, si se tiene en cuenta que para restablecer su volumen los predios afectados podrían llevarse entre tres y cuatro años de tiempo cesante.
“Además se recomienda tradicionalmente al volver a sembrar plátano, que se realicen unos análisis del suelo para saber si la bacteria continúa allí; se habla en ocasiones que esta puede residir en el suelo hasta por diez años.
Por eso los productores deben mantener pendientes a los signos y la invitación es a seguir las instrucciones: esterilizar las herramientas cuando hay corte de plátano, lavarse las botas en un tanque con formol, limpiar la planta erradicada de maleza y cercarla en un perímetro de cinco metros para evitar que entren personas o animales que al transitar irriguen la bacteria”, afirmó el ejecutivo.
De manera complementaria una superficie de once mil 244 hectáreas de cítricos habrían sido perjudicadas por la prevalencia de picudo; un área del cual un 80% corresponde a naranja, 15% de mandarina y 5% de limón.
“Se estima que la enfermedad habría generado pérdidas por cinco mil 760 millones de pesos al concentrarse en los municipios de Armenia, Montenegro, La Tebaida, Quimbaya, Buenavista, Pijao, Calarcá y Córdoba, donde la afectación se daría de un 30% a la totalidad de los árboles”.
Aguirre Nieto explicó que en este caso el periodo cesante podría fluctuar en la medida en que el insecto haya alcanzado mayor o menor proporción de la planta.
“Estamos hablando de un cultivo perenne a 20 años que inicia su edad de producción a los tres de haberse sembrado; si se presenta una afectación total la planta no se recupera y por lo tanto el volumen volvería a sus niveles tradicionales durante este tiempo; pero si la afectación es del 30% se demora entre seis meses y un año”, concluyó Aguirre.
FUENTE: FRESHPLAZA
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