La ola invernal que vivió el Valle del Cauca no sólo dejó más de 22.000 hectáreas de cultivos afectados por las inundaciones en el último año, sino que ahora hay preocupación por el incremento de enfermedades y plagas que pueden reducir la productividad agrícola.
La alerta la dio el Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, cuyas directivas informaron que las lluvias y la humedad en la tierra han llevado a que proliferen enfermedades, hongos, bacterias y plagas que atacan los follajes, los frutos y la raíz de las plantas, con sus inmediatas consecuencias en materia de producción.
Según el ICA, de las 8.162 hectáreas de frutas (uva, aguacate, maracuyá, guayaba, lulo y mora) sembradas en el departamento, unas 3.500 hectáreas resultaron afectadas por el invierno, lo que generó la aparición de enfermedades. Se estima que el 80% de la producción de esas fincas inundadas se perdieron.
“La aparición de hongos, bacterias y plagas, entre ellas las moscas en las frutas y el picudo de la guayaba, han reducido la producción de frutales que quedaron en un 20% de su rendimiento en municipios como La Unión, Roldanillo, Bolívar, Toro, Ginebra y La Victoria, donde al menos 1.800 agricultores dependen de estos cultivos”, explicó Gustavo Escobar Larrea, gerente seccional del ICA.
Según el funcionario, este es un tema delicado al que debe ponérsele especial atención, teniendo en cuenta que el Valle es una región que tiene grandes apuestas en el desarrollo hortofrutícola.
Por ejemplo, destacó que hay varios municipios en el norte del Valle que producen papaya para lo cual ya cuentan con la certificación de estar libres de mosca, un requisito que exige Estados Unidos a los exportadores. “Alcanzar ese logro tomó más de 8 años al ICA y a los cultivadores, y cualquier retraso en este sentido afecta las posibilidades de vender al exterior”, dijo.
Álvaro Leonardo Cabrera, secretario de Agricultura del Valle aseguró que las plagas se constituyen en un problema grande para la agricultura regional porque aumenta los costos y disminuye el rendimiento para los cultivadores, pero considera que se está trabajando desde diferentes frentes para evitar que se afecte en mayor forma la producción regional.
Explicó que entre las medidas adoptadas con el ICA está la atención a los pequeños productores con capacitación e insumos. Mientras que en el sector cafetero se tiene como meta la renovación de 21 millones de plantas de café resistentes a la roya.
Se estima que el ICA está invirtiendo unos $3.000 millones para tratar de mitigar el impacto de enfermedades en los cultivos, con tareas de prevención y manejo directo a la siembras con insumos y productos fitosanitarios.
Hasta la fecha, dijo el gerente seccional del ICA, se ha generado un plan choque en 31 predios ganaderos y 4.200 hectáreas de frutas y cítricos, en su mayoría de pequeños y medianos agricultores. Se espera terminar esta labor en dos meses para reducir el nivel de incidencia de problemas fitosanitarios en un 70%.
Por ejemplo, de 1.700 hectáreas de cítricos, 394 sufrieron pérdida total. “Se hizo la intervención de 700 hectáreas donde se reporta la presencia de la plaga conocida como el picudo de los cítricos, la cual dejó la producción en un 40% de su rendimiento”, dijo Escobar.
Alex Bolaños, vocero de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle, SAG, expresó que el tema de enfermedades en los cultivos es manejable, pues no se trata de epidemias, sino de hongos u otras fenómenos que se dan por exceso de humedad en la tierra.
Sin embargo, dijo que lo que más inquieta es el impacto de la situación invernal y las cuantiosas pérdidas que se han generado en toda la agricultura. “Los suelos se recuperan, pero preocupa es la incertidumbre, ya viene otra temporada de lluvias y no estamos preparados en materia de reconstrucción de diques”.
FUENTE: FRESHPLAZA
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