Chile: Ñuble se queda atrás en crecimiento e incorporación de valor agregado

Ñuble se quedó atrás. Así se desprende al analizar el comportamiento de los principales sectores productivos de la zona, donde incorporar valor agregado a la producción parece ser un hecho curioso, digno de algunas esforzadas pymes o una línea de negocios de las escasas grandes empresas de la zona.

Por ejemplo, pasar de la exportación de celulosa, madera aserrada y arándanos y frambuesas frescas al envío de vinos, cervezas, mermeladas, leche condensada, jugos, papel y muebles, ha sido un proceso largo y muy difícil.

Ello, en primer lugar, tiene negativas consecuencias macroeconómicas, como una tasa de crecimiento inferior al promedio nacional, y una dependencia del comportamiento de la demanda y del precio internacional de los commodities ya mencionados.

Y también tiene efectos micro, como una estructura de remuneraciones más baja. De hecho, el 89,48% de los chillanejos gana menos de 450 mil pesos mensuales, según el único estudio de este tipo realizado en la capital de Ñuble, en 2009, por el Centro de Estudios sobre Información Pública de la Universidad del Bío-Bío, denominado “Caracterización de los trabajadores de las empresas de Chillán”.

Se trata, en síntesis, de un círculo vicioso, en que la escasa calificación del capital humano y otros desincentivos, como el alto costo de la energía, la infraestructura vial deficiente, la pérdida de competitividad por el bajo tipo de cambio y las trabas burocráticas del Estado, redundan en una baja tasa de inversión.

La escasa inversión se concentra principalmente en la explotación de materias primas, y por lo tanto, el modelo se sigue replicando, lo que tiene como consecuencia un bajo nivel de desarrollo de la economía, alta vulnerabilidad del crecimiento y empleos de mala calidad, además de las conocidas altas tasas de desocupación, con el ingrediente de la estacionalidad, propio de zonas que dependen de la actividad agropecuaria.

Fuente:  Diarioladiscusión