El crecimiento a pasos agigantados de la provincia, trastocando el perfil tradicionalmente agrícola de algunos departamentos, es algo que preocupa al Gobierno sanjuanino porque tierras que son ricas para cultivar pasaron a ser asiento de enormes desarrollos inmobiliarios. Ayer, en el marco de un ‘Taller de Prospectiva Territorial Regional. Los Territorios del Futuro en la región de Cuyo’ (ver aparte), ésta problemática fue tema central de conversación y el titular de la Dirección de Planeamiento y Desarrollo Urbano de San Juan, Juan Manganelli, aseguró que ‘’ante este escenario, inevitablemente la frontera agrícola debe correrse en el Valle del Tulum’’. En el INTA de Pocito ya trabajan en armar un mapa con aquellas tierras que hoy no están explotadas y que por sus características -suelo, fuente de agua, clima, etc- tienen un gran potencial. En estudio hay grandes espacios incultos de los departamentos de Angaco, San Martín, Caucete y 25 de Mayo, entre otros (ver infografía).
‘’No se puede frenar la expansión de una provincia como San Juan. Sí se le puede poner parámetros, pero no podemos pretender que algunas zonas semi rurales enclavadas en Rivadavia, en Rawson o en el mismo Pocito, que ya están bastante urbanizadas, las dejemos eternamente con destino agrícola. Hay que pensar la ciudad de aquí a 20 o 25 años y ver que zonas más remotas dentro del Valle del Tulum se pueden cultivar’’, explicó Manganelli.
Según un relevamiento realizado por este diario, sólo en los últimos 5 años la superficie de chacras retrocedió casi un 20% en zonas tradicionales como Rawson y Pocito producto de varias razones, entre las que se cuentan la instalación en esas zonas de barrios del IPV, loteos privados y countries, entre otros.
Este fenómeno, que no es nuevo y que va de la mano del crecimiento económico de la provincia y la necesidad de buscar nuevos polos de residencia, despertaron el interés del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria. ‘’Venimos trabajando desde hace un buen tiempo en detectar nuevas zonas agrícolas. Tenemos que partir de la base que para ello deben reunir condiciones básicas para el desarrollo. Estamos hablando de que dispongan de agua, ya sea por cercanía de canales de riego o por reservas subterráneas. Si el clima permite el desarrollo de cultivos y qué cultivos. Es decir, una serie de factores que nos permitan decirle a un productor: ‘Mire, acá usted puede plantar tal o cual cosa’’’, apuntó Germán Babelis, especialista en suelos y nutrición vegetal del INTA San Juan.
Si bien el profesional no lo señaló, la accesibilidad hacia las zonas en estudio es un tema que también ponen sobre la mesa al momento de darle forma al mapeo. Este punto es clave por ejemplo para el estudio que mandó a hacer el Gobierno local al INTA para relevar las chances agrícolas de Caballo Anca, en Jáchal, que propone 64 mil hectáreas vírgenes, que tomaron valor porque están lindantes a la ruta 150 y que en unos días más tendrán electrificada la línea de 132 kV que une Huaco con Ischigualasto.
Desde el Instituto quieren evitar que por ejemplo la expansión agrícola se posicione en zonas que son nefastas para la implantación de algunos cultivos. En este sentido, el olivo fue uno de los que más sufrió con la improvisación de muchas empresas foráneas ya que con las heladas de julio pasado se afectó a 8.765 hectáreas, principalmente en una parte de 25 de Mayo (3.284 ha) y Sarmiento (1.904 ha), por estar situados en tierras posicionadas en latitudes propensas a bajas temperaturas.
FUENTE: DIARIO DE CUYO
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