La soja, el principal producto de exportación uruguayo durante 2012, sufrirá este año una fuerte caída en su precio internacional, de la mano de un importante incremento de la oferta a nivel global. Sin embargo, eso no quiere decir que el precio de los granos –y los alimentos en general– hayan alcanzado sus máximos.
Según dijo a El Observador Dominic Schnider, jefe de materias primas y clases de activos alternativos a nivel global del banco suizo UBS Wealth Management, el dinamismo de la economía china y su urbanización garantizan la continuidad del aumento en el precio de los granos y la carne en el largo plazo.
¿Cuáles son las perspectivas de las materias primas agrícolas?
El mercado de contratos a plazos de los granos muestra que los precios van a caer. Vamos a tener un aumento de la producción muy grande en Argentina y Brasil, y eso ejerce una enorme presión sobre los precios. El crecimiento de la demanda no es de tal fuerza como para asegurar que el precio se mantenga. El precio de la soja puede caer 20% tomando en cuenta estas señales, y eso no se ve todavía en los contratos a término. Es diferente al maíz, donde el mercado ya anticipa una caída de 25%, pero creo que es demasiado.
Usted señaló que la demanda no será suficiente para sostener los precios, ¿qué pasa con los consumidores chinos?
China debería aumentar su demanda en unos cuatro a cinco millones de toneladas de soja este año, pero no es suficiente para limitar la caída. Sin duda que en el largo plazo sigue siendo un factor favorable al alza de precios, con un aumento de 8% de las importaciones. Además, la demanda de gasolina en EEUU está cayendo, por lo cual no hay necesidad de producir etanol.
Los actuales precios de la soja, que impulsaron las exportaciones locales y permiten sostener a la economía argentina, ¿son sostenibles en el mediano y largo plazo?
La tendencia a la baja se mantendrá, por lo menos, en los primeros seis meses de 2014, pero a partir de allí espero una recuperación. El precio cercano a US$ 11 por bushel (volumen equivalente a 35 litros) que prevemos se alcanzará, para nosotros es un piso. El poder adquisitivo en China sigue siendo bajo con relación al de América Latina. En China sigue aumentando a un ritmo de 10% anual. Son tres los países grandes que producen soja y eso los pone en posición de pelear por un precio más alto y de exigir buena parte del aumento del poder de compra de los chinos, que importan un tercio de la producción mundial de soja.
O sea, China seguirá impulsando el precio de los granos por un buen rato…
En los próximos 10 años, China va a urbanizar a 250 millones de personas. Eso implica urbanizar un Brasil entero en una década. La gente del campo, que criaba animales con las sobras de su comida, va a dejar de producir alimento para el autoconsumo. Eso implica una menor producción, pero también una mayor demanda tanto de granos como de carne, porque además va a aumentar el poder de compra. Esa brecha entre oferta y demanda va a haber que satisfacerla. A mediano plazo, los precios van a seguir aumentando. Si el poder adquisitivo de los chinos crece 10% anual y hay limitaciones por el lado de la producción, el productor va a poder pedir una parte de ese aumento anual de los chinos. Tendremos un aumento de precios de los granos entre 5% y 8% anual a mediano plazo.
¿Lo mismo espera para la carne?
El foco de China no va a ser la inversión, como en años anteriores; ahora se quiere potenciar el consumo interno. Con eso también viene el deseo de muchos chinos de aumentar el consumo de carne de vaca. Es cierto que con más poder adquisitivo van a comer más proteínas, pero los chinos ya consumen 85% de la demanda per cápita de los japoneses. Sin embargo, el consumo de carne bovina es muy bajo todavía. Si pasa a comer carne de vaca, la producción de granos se va a ver exigida. Los propietarios de la tierra y los productores de granos van a verse favorecidos por mayores precios, pero el aumento de los costos en la producción ganadera va a reducir las ganancias.
¿Qué perspectivas ve para los precios del petróleo?
A corto plazo esperamos una caída de entre 5% y 10%, pero el Brent tiene un piso en US$ 100, por la capacidad de Arabia Saudita de frenar la caída. Todo precio por debajo de ese valor es una oportunidad de compra. Para el segundo semestre esperamos un repunte a US$ 115. En el largo plazo la perspectiva es diferente. Pronosticamos un rango de entre US$ 120 y US$ 150 de tres a cinco años, aunque hoy los contratos a tres años están en US$ 95. Es una muy buena oportunidad. l
Dominic Schnider
Schnider tiene un master en Finanzas y Economía por la Universidad St. Gallen de Suiza. Su equipo se encarga de todos los pronósticos en el área de
materias primas para UBS Wealth Management. Fue además jefe de macroeconomía y analista de divisas en Zurich y Singapur.
Fuente: Agromeat
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