La superficie que ocupa la producción de arándanos cayó bruscamente tras un despegue vertiginoso, debido a dificultades que originó en varias empresas la baja competitividad, no obstante las perspectivas para quienes pudieron mantenerse son buenas: el 99% de la fruta que se cosecha se exporta y es el único rubro frutícola en el mundo por el cual la demanda crece cada año.
En Uruguay es el rubro de la granja más joven, recién en 2004 se lograron exportar unos pocos kilos. Desde entonces el empuje de los productores y la buena aceptación del producto en diversos mercados –por su óptima calidad– generaron un crecimiento explosivo del área. En 2009 se llegó a un máximo de 850 hectáreas.
El presidente de la Unión de Productores y Exportadores Frutihortícolas del Uruguay (Upefruy), Horacio Ozer Ami, explicó a El Observador Agropecuario que en los últimos años la superficie en producción comenzó a caer estabilizándose en las últimas dos campañas en 450 hectáreas.
“El área productiva actual se concentra del 85% al 90% en el norte, con muy baja presencia de plantaciones en el sur”, indicó.
El fuerte descenso en el área obedeció, principalmente, a problemas de baja producción y falta de competitividad, lo que sucedió básicamente en el sur, cuya fruta competía sin las mejores posibilidades con la que produce y exporta Chile en la misma temporada.
La perspectiva para 2013 “es de sostenimiento de la superficie, creo que se mantendrá estable con los emprendimientos que ya están produciendo, donde se está apostando a un recambio de variedades o de mejora de las áreas productivas que ya están plantadas”, comentó Ozer Ami.
En Uruguay existen unas 10 empresas exportadoras de arándanos, seis de ellas en el litoral norte, las que concentran el 90% de la fruta que se exporta.
Este año la cosecha culminó recientemente en el norte y queda algo por levantar en la zona sur.
El volumen de la producción uruguaya descendió en 2012 por problemas del estado del tiempo. Se produjo una alternancia de lluvias y vientos fuertes, además ambos factores en exceso, básicamente en setiembre y octubre. Esa adversidad generó daños, sobre todo por caída de fruta de las plantas, lo que hizo mermar el rendimiento y, por ende, el volumen de la cosecha.
Este año se exportaron 1.900 toneladas, cuando en 2011 se llegó a 2.700 toneladas. Es una fruta que se cosecha y se exporta de inmediato. Como queda cosechar en un área menor en el sur este año se estima una exportación que rondará las 2.000 toneladas.
“A nivel país el año pasado se logró un rendimiento de 6.500 kilos por hectárea y este año se andará en 4.500 kilos, en promedio, porque dentro de una misma empresa hay cuadros con rendimientos excepcionales de 20.000 kilos y otros que dan 2.000 kilos, depende de las variedades y de la edad de las plantas”, señaló.
En la zona norte y durante el pico de cosecha, entre todas las empresas involucraron el trabajo de 5.000 personas, en una actividad manual con ocupación del 50% de mano de obra femenina.
Para Ozer Ami “de los rubros exportadores de la granja éste es el que tiene mejores perspectivas, es el único a nivel mundial, en el segmento frutas, donde la demanda se expande en forma sostenida, el consumo crece cada año, cosa que no sucede con la manzana, el cítrico, la pera o la banana, donde el consumo se estabilizó hace muchos años o incluso bajó. En los berries en general (arándanos, moras y frambuesas) el consumo crece a una tasa del 5% anual”.
Si bien eso “es esperanzador, tenemos una coyuntura de costo país que no es favorable para este tipo de producción”, que frenó el despegue y ayuda a explicar el achique del área productiva.
Fidelizar al consumidor uruguayo es difícil
El mercado local para la venta del arándano es, de momento, insignificante. Eso responde a que la gente no conoce del todo a esta fruta y a sus virtudes, pero también a que la presencia del producto en la plaza es muy limitada, durante un par de meses, “y es difícil fidelizar al consumidor”, reflexionó Horacio Ozer Ami.
“Hay que trabajar mucho en la calidad con la que el arándano llega al consumidor en el mercado interno, que no es la óptima, cosa que sí se logra con la misma fruta exportada, debemos trabajar más productores, distribuidores y comerciantes en el mantenimiento de la cadena de frío y en la presentación de un producto que no tiene la rotación de otros en las góndolas y que se desmerece”, señaló.
Agregó que “si uno ve nuestro producto en una góndola de un supermercado inglés, holandés o en Estados Unidos ve diferencias que no están en la calidad original del fruto”. Enfatizó que “si el arándano acá llegara con la misma firmeza, textura y el mismo sabor con la que llega a Europa se podría fidelizar más al consumidor”.
Lo bueno es que crece el uso industrial, en helados y otros lácteos. Hay un uso creciente en mermeladas, sean regulares o dietéticas, y se usa mucho la pasa de arándanos en barras de cereales.
Foco en Europa y Asia. Horacio Ozer Ami comentó que “este año se puso el foco en exportar hacia Europa, más que en otros años, con un crecimiento interesante del mercado asiático, sobre todo de Hong Kong”. Si bien quedan negocios por concretar y eso hace que sea “temprano para hablar de precios”, estos se incrementaron en relación a los obtenidos en 2011, un 10%, alcanzándose valores que pueden promediar algo más de US$ 6 por kilo FOB. Por más que depende de la característica de cada empresa, hay varios casos en los que ese ingreso no llega a cubrir los costos productivos.
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