La medida adoptada por mayoría en la sesión de la Junta Directiva del Instituto Nacional de Carnes (INAC) del pasado lunes, que recomendó al Poder Ejecutivo limitar la venta de haciendas hasta la tercera balanza y que deja al margen el dressing (emprolijado de la res) como una operativa industrial, provocó un total desconcierto en la industria frigorífica.
Los empresarios recharon la eliminación de la cuarta balanza –después del dressing– para el pago de las haciendas.
Según varias fuentes industriales consultadas por El Observador, la medida restringe la libertad de comercialización alcanzada en el rubro ganadero. Además, recordaron que la cuarta balanza representaba más del 90% de las ventas de ganados a frigoríficos.
Para el presidente de INAC, Luis Alfredo Fratti, se logra poner fin a un reclamo de 10 años de disconformidad de los ganaderos sobre los dispares rendimientos industriales de sus haciendas.
Un plan piloto realizado por INAC durante 90 días, entre enero y marzo pasado, generó valiosos insumos para llegar a esta decisión final, dijo el jerarca. El tema se precipitó en los últimos 15 días cuando la Federación Rural (FR) propuso que se comercializara el ganado hasta la tercera balanza.
Al no lograrse un acuerdo entre privados, la Asociación Rural del Uruguay (ARU) acompañó la posición de la FR, la que también fue compartida por Fratti y por el vicepresidente de INAC, Fernando Pérez Abella, en tanto que los delegados de la industria se abstuvieron de votar.
El presidente de la Cámara de la Industria Frigorífica (CIF), Alberto González, dijo a El Observador que la industria deberá cumplir ahora con lo que se reglamente, siempre y cuando esté amparado en “derecho”.
El dirigente industrial admitió que para que hubiera avances en las negociaciones habían solicitado que no existieran restricciones en la comercialización de haciendas y, por lo tanto, al ponerse a consideración una posición que restringe ese punto, no acompañaron la iniciativa.
El delegado de la FR, Guillermo Villa, dijo a El Observador que no se pudo llegar a una solución consensuada y estimó que la decisión adoptada contribuirá a mejorar la relación entre ganaderos e industriales.
No compartió la visión del presidente de la CIF, en el sentido de que este tipo de decisiones lo que hace es distanciar a los productores del sector industrial, contrariamente a lo que sucede en los países ganaderos de avanzada.
Agregó que ahora se va a quitar del escenario comercial un punto de permanente discusión y que “después que nos acostumbremos a comercializar en tercera balanza las cosas van a volver a su cauce”.
Admitió que no se pudo llegar a un acuerdo “solo por una cuestión de números”. Preguntado sobre ese punto prefirió mantenerlo en “reserva”.
Villa sostuvo que esta decisión lo que hará es estandarizar la determinación de los kilos que deberán pagarle al productor y, en cuanto al precio, coincidió con Fratti que lo deberán seguir negociando con la industria.
Aguerre prefería un acuerdo
El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Tabaré Aguerre, dijo a El Observador que no emitirá opinión hasta que analice la resolución adoptada por INAC en relación a la comercialización de haciendas a frigoríficos, pero dijo que por tratarse de un asunto entre privados prefería que se hubieran puesto de acuerdo. Al no alcanzarse ese acuerdo, el MGAP “hará lo que tenga que hacer”.
Fuente: El Observador
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