¿Cómo visualiza los mercados para la carne y la lana de cara al inicio de un nuevo ciclo de Agro en Foco que abordará el rubro ovino?
Los vemos bien. En el caso de la carne ovina, mejorando, con China como segundo mercado en la carne y, como ya es tradicional, primero en lana. En este subrubro vemos que el Indicador de Mercado del Este se estabiliza en los US$ 10 el kilo de la fibra, valor que alcanzó en su camino de recuperación.
¿Cuál es el tema que más preocupa al sector ovejero en la actualidad?
La competitividad, acentuada por la devaluación del dólar australiano, que fue del entorno de 8% en los últimos 20 días.
En sus recorridas de campo, ¿cómo ve al productor ovejero?
No lo veo como hace dos años, cuando todo era optimismo. Los productores están preocupados por los costos. Al mismo tiempo, se preocupan e interesan por su propia capacitación. Ahora están con el desafío de la esquila, es decir, conseguir una mayor eficiencia en la cosecha de majadas más pequeñas –600/800 ovejas–, que requieren máquinas de dos o tres tijeras portátiles para ser más eficientes. Están interesados en armar buenas máquinas de esquila. El miércoles próximo daremos un curso en el Prado.
A su juicio, ¿es posible ir hacia los 12 millones de ovinos, como dice la convocatoria de Agro en Foco?
Yo me quedaría conforme si llegamos a 10 millones de ovinos.
¿Le parece que las inversiones se frenaron en el sector ovino?
El problema es que la situación externa condiciona mucho la producción de Uruguay. Los vientos externos son adversos, pero eso no quiere decir que las inversiones se haya frenado o dejen de hacerse. Lo que ocurre es que los márgenes son diferentes.
Fuente: El Observador
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