Hoy en día, nuestra industria está atravesando una situación complicada debido a una abrupta caída en los niveles de producción (actualmente la industria está utilizando tan sólo un 40% de la capacidad instalada). La industria cayó principalmente por la contracción de las exportaciones a la UE, respondiendo a una injusta investigación anti-dumping que impuso la UE y que afecta a nuestro país, al tiempo que se aplicaron derechos de importación al biodiesel argentino, medida que es muy grave para nuestro país.
Como actual presidente de CARBIO, quiero seguir alineado con la gestión anterior en lo que respecta a la búsqueda de consensos para el crecimiento de un mercado sustentable y rentable para nuestro país.
Somos partidarios que en Argentina contamos con el biodiesel de soja como herramienta para el agregado de valor sobre la cadena sojera, en función de la gran importancia estratégica que este complejo tiene para la economía nacional. Así como Brasil potenció el etanol de caña y EEUU el etanol de maíz, sostenemos que en Argentina debe promoverse este producto que contribuye activamente al crecimiento económico y sustentable de la Argentina.
Como institución buscamos reducir las tensiones para la inserción internacional del producto que ofrecemos, optimizando el empleo, la inversión y la capacidad de generación de valor agregado nacional.
Fuente: infocampo
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