Debido a una sobreoferta de Fruta de distintos orígenes llegando al mismo tiempo y una menor demanda interna por la fruta sudamericana, sumando los problemas de calidad, han hecho que el mercado ruso esté más complejo que años anteriores.
“Este año ha sido más lento y más complejo que años anteriores,” dijo Álvaro Irarrázaval, de Viasa Food. Viasa maneja fruta de Chile, Ecuador, Perú y Argentina para sus clientes rusos. Irarrázaval se enfoca en empresas de tamaño mediano en Rusia, y con los buenos contactos que tiene allí durante más de seis años, puede llevar fruta sudamericana para exportación al mercado ruso. Cada año, Viasa Food exporta alrededor de 500 contenedores de bananas ecuatorianas, 350.000 cajas de uvas, manzanas, kiwis, ciruelas, nectarinas y cerezas chilenas, 130.000 cajas de uvas, granadas y cítricos peruanos y 50.000 cajas de peras y cítricos argentinos. Su estrategia es
trabajar con pocos clientes serios en Rusia, dándoles fruta de calidad todo el año, ayudándoles a crecer y fidelizándolos con sus marcas paraconsolidar las compras. Aunque no le ha faltado volúmenes de fruta, este año sí le ha faltado fruta de calidad.
“En el caso de Chile hubo problemas de calidad en la fruta,” contó Irarrázaval. “Principalmente en las Thompson y Superior. La alta humedad relativa y los altos costos de mano de obra afectaron a la calidad y condición de llegada de la fruta resultando en fruta no óptima para largos viajes.” Irarrázaval opinó que una buena parte de la fruta que se exportó hubiera sido mejor venderla en mercados de la región y no al mercado ruso.
“En general, la mayor oferta de uva de Perú, bananas ecuatorianas, fruta de Argentina y Thompson chilenas, sumado a la menor demanda interna y mayores volúmenes importados de Sudáfrica, India y Egipto ha presionado a la baja los precios en Rusia.,” dijo Irarrázaval. Opinó que tiene que ver con la crisis económica en Europa y problemas de mercado en U.S.A. y Asia que terminó afectando su rentabilidad. Como esos mercados estuvieron complicados en ventas y resultados, el mercado ruso fue más atractivo para los exportadores sudamericanos, ya que pagan precios en firme.
La cantidad de la fruta no disminuyó y cualquier problema de calidad afectó fuertemente al valor final de la fruta. Pero, aunque el mercado ruso tenga menos demanda y los precios estén más bajos, Irarrázaval es muy optimista en el futuro de los mercados, no tan solo en Rusia, sino de Europa del Este y los países ex-soviéticos en general, condicionados por el envío de fruta de excelente calidad y muy firme para viajar a regiones donde finalmente va a parar la fruta. Por lo tanto, seguirá
buscando fruta sudamericana de calidad para exportar a dichos países.
“Me interesan estos países donde hay petróleo,” dijo Irarrázaval. “Quiero darles la posibilidad de tener buena fruta a buenos precios para que ellos, a su vez, puedan distribuirlas a destinos lejanos obteniendo mejores resultados.”
Fuente: Fresh Plaza
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