No solo la fiesta ocupó este Día de los Padres. Algunos homenajeados optaron por celebrar la ocasión este domingo inculcándoles a sus hijos la importancia de la siembra, la crianza de animales y el respeto a la naturaleza.
Las altas temperaturas no desalentaron a cientos de personas que acudieron desde horas de la mañana junto a sus familias a la Feria Agrópolis, en los alrededores del Estadio Hiram Bithorn, en Hato Rey, y allí en pleno predio asfaltado, los presentes disfrutaron de un amplio mercado de productos agrícolas, exhibiciones de animales domésticos y la típica música de trovadores.
“Me gustan los animales y bregar con animales, y a los niños también les gusta”, manifestó Jesús Oquendo, quien disfrutaba junto a su esposa y tres hijos de una competencia de caballos de paso fino.
Oquendo, de 27 años, viajó desde Juncos, donde vive rodeado del paisaje campestre que tanto disfruta, y que gusta compartir con sus hijos Yoniel y Yair Oquendo Ramos, de ocho y seis años, respectivamente, y también con la más pequeña, Yaleisha, de solo cinco meses de nacida.
“Yo les enseñé a montar caballos, a sembrar... Es bueno para que creen un ambiente bueno y sano”, dijo al referirse a sus hijos mayores.
A pocos pasos, Joseph Hernández compartía con sus hijos observando la fauna agropecuaria. Los pequeños Jack, Lucas y Saulo Hernández se destuvieron frente al corral que albergaba dos cerdos, y los miraban y tocaban con particular curiosidad.
“Los nenes querían ver los animales, y vinimos”, dijo Hernández, de 35 años.
Hernández reside junto a su familia en Hato Rey, así que, según dijo, para los menores “no es común” estar rodeados de gallinas, caballos, conejos, patos y vacas, como lo estuvieron en el evento.
Cuando se le preguntó por qué había escogido celebrar el Día de los Padres en la feria agrícola, enfatizó en su interés de transmitirles a sus tres hijos de seis, nueve y 10 años la necesidad de cultivar la tierra y procurar la subsistencia con productos nativos.
“Esto es parte de nuestra función social. Si esto desaparece, cómo nos alimentamos, cómo vamos a sobrevivir. Es lo esencial. Es más importante que una computadora”, manifestó.
A Pedro Casas, de 61 años, no le resultaba extraño aquel ambiente. El hombre, residente en Caguas, tenía en la feria un exhibidor de acuaponía, sistema que combina la crianza de animales acuáticos con la hidroponía, mediante la cual se cultivan plantas en el agua.
Casas estuvo en la actividad con sus hijos y nietos, y separó un rato durante la tarde para pasear en una carreta tirada por bueyes junto a su nieto Mauro Casas Nieves, de cinco años.
“Aprendimos de las carretas de bueyes, de dónde vienen los bueyes, y las partes de la carreta. Hace mucho calor, pero eso es parte de nosotros”, comentó con su nieto en brazos tan pronto se bajó del vehículo.
La feria Agrópolis se extendió por cinco días, y el domingo la agenda de cierre también incluyó charlas sobre composta, nutrición, acuaponía, clases de cocina y espectáculos artísticos.
fuente elnuevodia
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