Al menos dos de esos graneleros, cada uno preparado para recibir entre 50 mil y 60 mil toneladas de soja, fueron redirigidos para cargar en puertos estadounidenses del Golfo de México como alternativa, debido al hecho de que los plazos de operaciones en los puertos de Brasil superaron los 40 días.
Los demás cargamentos, comprados con anticipación por el mayor importador de soja del mundo, serán cargados en la Costa Oeste de los EEUU, donde los puertos están localizados en una ruta más directa para Asia.
Huelga
Infraestructura deficiente para la carga, la mayor cosecha de la historia y las protestas de los trabajadores contra los cambios en la legislación portuaria son factores que están afectando las operaciones de los puertos brasileros en este año.
La huelga de los portuarios, principalmente en Santos (SP) y en Paranaguá (PR), en protesta contra el nuevo marco regulatorio del sector, está complicando el flujo de soja hacia China.
Nueve categorías de portuarios, la mayor parte formadas por trabajadores temporarios (que, por ley, deben ser contratados por las terminales), realizaron el viernes una huelga de seis horas, que paralizó el puerto de Santos, el mayor del país.
Después de una reunión con el gobierno, los sindicalistas suspendieron una huelga de 24 horas prevista para el martes 26.
Los dirigentes obreros anunciaron una tregua hasta el 15 de marzo, pero presionaron al gobierno para que cambie la medida provisoria y modifique el artículo que libera a las terminales privadas de la obligación de contratar mano de obra temporaria.
En la práctica, el gobierno paralizó hasta marzo el paquete de inversiones por R$ 54.000 millones previstos en el Programa de Inversiones en Logística de Puertos.
Los trabajadores quieren que el gobierno obligue a los puertos privados a contratar mano de obra de los puertos públicos, los llamados Ogmos (Órganos Gestores de Mano de Obra), y que equilibre la competencia entre puertos públicos y privados. Argumentan que los puertos privados fueron beneficiados por la legislación y que robarán carga a los puertos públicos, dejándolos sin trabajo.
Fuente: Agromeat
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