En estos últimos tres años las autoridades mexicanas dieron a la transnacional Monsanto Comercial SA de CV dos autorizaciones para la siembra de soya transgénica en la fase comercial y piloto sobre 13 municipios chiapanecos. Dos autorizaciones, una en el 2011 y 2012 conceden la siembra de 12 mil hectáreas del grano genéticamente modificado en fase piloto.
El primer permiso se dio en febrero del 2011. El Servicio Nacional de Sanidad Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) liberó 12 mil hectáreas para cultivar soya transgénica en fase piloto y de lo cual se ha sembrado 2 mil 858 hectáreas. A decir de documentos oficiales consultados por este diario, en Chiapas no existiría otro permiso para algún otro cultivo transgénico más que los ya mencionados.
Fueron en los municipios de Acacoyagua , Acapatahua, Cacahoatán, Escuintla , Frontera Hidalgo, Huehuetán, Huixtla, Mazatán, Metapa, Suchiapa, Suchiate, Tapachula, Tuxtla Chico, Tuxtla Gutiérrez, Tuzantán, Villa Comaltitlán y Villaflores donde se permitió tal siembra.
Y un año después, en febrero del 2012, Chiapas formó parte de un grupo de seis estados (Yucatàn, Quintana Roo, Campeche, San Luis Potosí, Veracruz y Tamaulipas) donde SENASICA -que es un órgano sector de la SAGARP- otorgó el permiso para sembrar soya transgénica a escala comercial sobre 253 mil 500 hectáreas, según documentos oficiales, aunque a decir de expertos a la entidad le tocaría la siembra de 30 mil hectáreas de ese grano genéticamente modificado.
El 14 de junio de 2012 organizaciones civiles e investigadores independientes, pidieron al Relator de la ONU para el Derecho a la Alimentación, Oliver De Shutter, ampliara su recomendación de declarar la moratoria para los experimentos sobre el terreno y el cultivo de maíz transgénico con fines comerciales -dado su dañino efecto ecológico, agronómico, social y económico.
Consideraron además que la siembra comercial de la soya transgénica viola el derecho a la alimentación de los pueblos Mayas y Zoques ubicados en los polígonos de siembra solicitados por Monsanto, señala el comunicado “Alto a la siembra de soya transgénica”.
El 30 de mayo de 2012, la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS) envió a la SAGARPA una petición firmada por 660 científicos para solicitar a su titular no autorizara la solicitud de la siembra por contener genes de bacterias que le permiten ser resistente al herbicida glifosato que implican efectos nocivos sobre la biodiversidad, la economía campesina y la soberanía alimentaria.
La siembra se autorizó pese a que respondieron con opiniones negativas a ese tipo de cultivos la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), el entonces Instituto Nacional de Ecología (ahora Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático) y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
En Chiapas los municipios donde se autorizó la siembra transgénica colindan con las reservas federales a cargo de la CONANP, El Triunfo en la Sierra Madre; La Encrucijada y El Tacanà en la costa-soconusco; el Cañón del Sumidero, La Sepultura, Pico El Loro y la frailescana en la zona centro.
Según datos de la SENASICA en los últimos tres años, al estado sólo se le ha permitido ese cultivo transgénico, ni de maíz, ni de otro cultivo que se siembre en Chiapas por campesinos.
Fuente: oem.com.mx
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