A pesar de que las importaciones de granos y oleaginosas registraron una caída durante el primer cuatrimestre de 2013 con respecto de igual periodo de 2012, México continúa dependiendo en 42% de las compras de alimentos al exterior.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) califica de preocupante el nivel de importación de víveres en México, y asegura que eso lo convierte en un país muy vulnerable ante la volatilidad de precios.
Al cierre de 2012 las importaciones de granos como el maíz ascendieron a 10.8 millones de toneladas, un millón más que en 2011, mientras que las de trigo pasaron de 4.3 a 6.1 millones, y las de soya de 3.8 a 4.4 millones, establece un análisis del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas.
Situaciones similares se presentaron en productos cárnicos, ya que en ese lapso las compras de carne de cerdo se incrementaron de 695 mil a 808 mil toneladas, y las de pollo de 562 mil a 619 mil.
La representante de la FAO en México, Nuria Urquía Fernández, refiere que las previsiones del Departamento de Agricultura de Estados Unidos para los próximos 10 años indican que las importaciones de maíz aumentarán 50% hasta llegar a 17 millones de toneladas, las de carne de res 104% hasta 542,000 toneladas, y las de carne de pollo 70% hasta un millón 242,000.
"En un contexto internacional de precios volátiles y altos, esto le genera a México una gran vulnerabilidad, sobre todo porque se trata de alimentos estratégicos de la canasta básica."
Destaca que los rangos de crecimiento en términos de productividad agrícola no han superado en ningún caso el 3 % en los últimos años, al mismo tiempo que se tiene una pérdida en el manejo poscosecha en torno a 30 % por falta de cadenas de frío, manejo de transporte y almacenaje, áreas en que hay mucho que ganar.
Si se quiere ganar, apunta, es necesario tomar en cuenta la heterogeneidad de los productores.
En ese sentido señala que en México 70% de los productores tienen ingresos inferiores a los de subsistencia; otro 20% tienen un gran potencial de crecimiento, pero no cuentan con los apoyos necesarios, y 9% son los que alimentan al país y son responsables de 75% del PIB primario.
Ante la vulnerabilidad que presenta el país con las concentraciones productivas, por ejemplo de maíz en Sinaloa y de huevo en Jalisco, México tiene que planear hacia dónde quiere ir.
De ahí que "en el eje del Pacto por México es muy importante un plan de desarrollo sur-sureste sin abandono del norte."
Bajo este panorama tan polarizado y distinto de productores en el país se requieren políticas diferenciadas por productor, producto y zona.
fuente elfinanciero
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