Las primeras pruebas del mejoramiento del aguacate criollo mexicano hechas por investigadores del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio), después de que el pasado mes de enero concluyeran la secuenciación de su genoma, indican que los tallos de la planta pueden lograr la reducción del 30% por ciento del uso de agua.
“Apenas se hizo un experimento preliminar en donde sometimos la planta a estrés con riego y sin riego, y observamos esa cantidad de ahorro de agua pero es algo que debemos repetir, comprobar y estandarizar”, señaló Claudia Anahí Pérez, investigadora del instituto científico del Cinvestav, sede Irapuato.
Generar plantas resistentes al agua, dijo, es importante porque desde la década de los años sesenta existe en el país un exhaustivo cultivo de aguacate, el cual ocasiona que a mayor número de hectáreas de producción, mayor sea el consumo de agua y, por ende, las consecuencias se reflejan en la pérdida de zonas boscosas naturales.
Al respecto, Alonso Méndez Bravo, investigador partícipe en el proyecto genómico del aguacate, comentó que a nivel nacional el número de toneladas que se cosecha por hectárea sembrada es bajo pues representa 10 toneladas de aguacate por hectárea sembrada, mientras que en Chile o Sudáfrica alcanzan rendimientos de 35 toneladas por hectárea y en los huertos de cultivo exhaustivo en California, Estados Unidos, tienen 65 toneladas por hectárea sembrada.
Ante esta problemática, añadió, resulta indispensable desarrollar variedades con una talla menor o bien, enanos, porque facilitaría el proceso de recolección del fruto y habría una reducción de agua requerida para su crecimiento y riego.
El aguacate es un fruto nativo de México que crece en árboles de aproximadamente 20 metros de altura, tarda cinco años en formarse, tiene una vida de aproximadamente diez años y existen tres tipos de variedades: criollo mexicano, guatemalteco y antillano, de los que se derivan varias cruzas, entre ellas el Hass, fruto con el que también trabajan en Langebio.
“Con el genoma que trabajamos es una planta que pertenece a la raza mexicana que es la principal portainjerto o patrón que se utiliza en el país, con esta referencia se van a resecuenciar otras razas naturales y otras variedades de interés comercial como el aguacate Hass, la variedad preferida en el mercado por su cáscara gruesa, rugosa y maduración de color negro y no verde como en el aguacate mexicano”, apuntó Méndez Bravo.
Fuente: Cronica
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