Las aguas negras que provienen de los desarrollos habitacionales y que son descargadas directamente en los canales de riego, definitivamente son un lastre para la agricultura, pero es como un cáncer que no se ha podido extirpar, por lo que los productores agrícolas lo tienen que seguir soportando aunque los dañe, dijo aquí el Maestro en Ciencias Marco Antonio González Vázquez, director del Centro Nacional de Transferencia de Tecnología de Riego y Drenaje.
En este sentido, el especialista puntualizó que a pesar de lo que establece la Ley Nacional de Aguas, todavía los nuevos fraccionamientos que se crean en la mayor parte del país siguen descargando sus aguas en los canales de riego y no hacen sus propias plantas tratadoras.
Esto, agregó, se traduce en que los productores agrícolas se ven impedidos para comercializar muchos de sus productos en mercados extranjeros, ya que no se cumple con las normas de inocuidad alimentaria.
Fue claro al señalar que necesariamente se deber seguir avanzando y son las autoridades locales en cada municipio las que deben exigir que se cumplan las normas y que no se descarguen más aguas negras en los canales de aguas de riego, porque eso si es una seria amenaza para el agro.
González Vázquez dijo que esta problemática se resiente más en regiones como el Valle de Zamora, donde la agricultura es el pilar principal de la economía, lo que obliga a los productores agrícolas a realizar inversiones cuantiosas para extraer las aguas del subsuelo para el riego de sus cultivos.
fuente cambiodemichoacan
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