“En un escenario donde heladas o un huracán recorten el volumen del tomate doméstico en EE.UU a la mitad en el período de diciembre a mayo y los tomatesmexicanos son dejados fuera del mercado, el precio promedio nacional se elevaría un 137%, a más de US$5 por libra para todas las variedades y llega hasta los US$7,31 por libra de tomate“, advirtió Jungmeyer en una conferencia de prensa.
Rick Van Schoick, director del Centro Norteamericano de Estudios Transfronterizos de la Arizona State University señaló que la presión proteccionista de Florida podría tener implicancias economicas mucho más grandes para EE.UU.
“Cuando hablamos de comercio, de muchas maneras estamos hablando de seguridad. Estamos hablando de la seguridad económica de EE.UU y también estamos hablando, ahora que la reforma integral de inmigración vuelve a estar en la agenda, que México puede ser capaz de mantener puestos de trabajo en su país”, dijo Van Schoick.
“Si los productores de tomate de Florida van a ganar en su argumento, México tiene razones legítimas para tomar represalias con la OMC. Probablemente ganen el caso. La última vez que hubo una disputa comercial entre EE.UU y México, ellos impusieron unos US$2 millones en aranceles a unos 100 productos. No queremos ver una guerra proteccionista, ya que afectaría el acceso del mercado de EE.UU”.
Haciendo eco de estas opiniones Patrick Kilbride, de la Cámara de Comercio de EE.UU expresó su profunda preocupación por las relaciones comerciales dañadas con México.
“La relación económica México-EE.UU es demasiado importante como para permitir que las disputas comerciales descarrilen nuestra relación económica y es fundamental que nuestros gobiernos trabajen juntos para encontrar formas de resolver estas situaciones, sin llegar a imponer restricciones al comercio”, explicó.
“Según nuestros estudios, por lo menos 6 millones de empleos estadounidenses dependen del comercio con México. Es nuestro segundo mercado de exportación más grande. El año pasado los productores estadounidenses vendieron us$298 billones en bienes a México y hasta septiembre del año pasado, estamos en camino de superar los US$300 billones en 2012 “.
El presidente de JC-Distribución, Jaime Chamberlain, se refirió a las implicancias para toda la cadena de suministro del producto.
“De cada dólar que compra tomates, 20 centavos se van al agricultor. 80 centavos de eso va más adelante en la cadena de suministro. Eso es de los distribuidores, de los minoristas, de las empresas de transporte, es de las empresas. Cuando ves que US$ 1.8 billones en tomates mexicanos entran en EE.UU, eso se traduce en casi US$9 millones de dólares en impacto económico”, explicó Chamberlain. Según el estudio de FPAA, el tomate es la hortaliza fresca más comprado en EE.UU. Del total 3 mil millones de libras son suministrados por los productores mexicanos. En los meses de invierno, más de la mitad de los tomates frescos provienen de México.
Fuente: FAO
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