En los últimos tiempos se ha comprobado que el consumo moderado de vino tinto tiene grandes beneficios para la salud.
La uva tiene un alto poder antioxidante debido al resveratrol que contiene, sustancia que se encuentra sobre todo en la piel y las semillas de la uva.
Además, esto aunado a los taninos y polifenoles presentes en el vino, hace que esta bebida sea un excelente aliado en la salud cardiovascular.
Uno de los principales problemas de salud que puede aminorarse o prevenir con el consumo moderado de vino tinto, es la ateroesclerosis, ya que el vino hace que las arterias se dilaten, evitando la acumulación del colesterol en ellas y haciendo más fluida la sangre.
Por el contrario, el consumo de alcohol en exceso (más de dos copas al día) puede hacer que aumente la tensión arterial generando problemas cardíacos.
Otra ventaja en el consumo de vino tinto, es que, en dosis moderadas, sirve como un antidepresivo natural, pues nos relaja ante situaciones de estrés y decaimiento.
El vino posee un efecto diurético al contener potasio, así como fibra vegetal, que ayuda al buen tránsito intestinal.
No aporta grasas ni proteínas, pero sí un alto contenido de azúcar.
Recordemos que el consumo de vino en cantidades moderadas, dos copas al día como máximo, y siempre acompañado de alimentos, puede ayudarnos también a retrasar el envejecimiento y prevenir el Alzheimer.
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