AGRO20 La agricultura, motor del tímido crecimiento de Brasil en el primer trimestre

La agricultura brasileña, que creció un 17% en el primer trimestre del año en relación al mismo periodo de 2012, fue el principal motor del tímido aumento del PIB brasileño, de acuerdo a datos oficiales.

Impulsado por cosechas históricas de soja y de maíz, el sector agrícola registra su mayor crecimiento desde 1998, según recientes datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, estatal).

En relación al cuarto trimestre de 2012, el sector agrícola creció un 9,7%.

Según la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab), la producción de soja creció 22,8% y alcanzó 81,5 millones de toneladas en la actual zafra 2012-2013, y la de maíz aumentó 6,9%, a un récord de 78 millones de toneladas.

Sin embargo, el PIB de Brasil sólo creció un 0,6% en el primer trimestre en relación al inmediato anterior, y 1,9% en comparación a igual trimestre del año pasado. Según analistas, esto se debe a que la agricultura tiene un peso relativamente pequeño en el PIB, mientras la industria, que cayó 0,3% de enero a marzo, tiene un peso mucho mayor.

El sector agrícola "alcanza ganancias de productividad que permiten a la vez alimentar el mercado doméstico y exportar el resto, generando excedentes comerciales récord para el sector", se felicitó el ministro de Agricultura, Antonio Andrade.

Séptima economía mundial, Brasil es el primer exportador mundial de carne, de café, de azúcar y de jugo de naranja. También es uno de los principales productores de maíz y de soja.

"Cada año los productores tienen un acceso facilitado al crédito, con tasas de interés reducidas, y se benefician de la atención particular dada a las nuevas tecnologías agrícolas", destacó el ministro.

Embrapa, el instituto nacional de investigación agrícola que festejó sus 40 años en abril, es saludado igualmente como la principal fuente de ganancias de productividad agrícola en Brasil.

"Para la soja, por ejemplo, sobre todo gracias a la selección de variedades adaptadas a los trópicos, hemos pasado de una productividad promedio de 1,4 toneladas por hectárea en 1967 a 2,93 toneladas hoy", explicó Daniel Furlan Amaral, economista de la Asociación de Transformadores de Soja en Brasil (Abiove).

Estas ganancias de productividad agrícola también están ligadas a la utilización masiva de fertilizantes y de pesticidas, que los defensores del medio ambiente señalan como culpables de daños a ecosistemas y a la salud pública.

El sector podría haber crecido aún más si no fuera por los problemas de infraestructura que tiene el país.

"Sin ninguna duda, tenemos un porcentaje de producción agrícola grande que no se realiza por falta de infraestructura", dijo Bernardo Figueiredo, presidente de la Empresa de Planeamiento y Logística (EPL), una empresa estatal que promueve el desarrollo del transporte en el país, al sitio de informaciones G1 de Globo.

G1 citó asimismo un estudio de la consultora Intelog, especializada en el cálculo del costo logístico, que indica que de 8,5% a 9% de todo lo producido por el sector agroindustrial se destina a cubrir gastos logísticos. El estudio también cifra en entre 6% y 13% el desperdicio de la cosecha de soja debido a problemas de infraestructura.

"Ese costo viene creciendo año a año (...) El país viene perdiendo competitividad por la cuestión logística", dijo el presidente de Intelog, Paulo Manzel.

El débil crecimiento de 0,6% en el primer trimestre, inferior al 1% esperado por analistas, llevó al mercado a reducir este lunes sus previsiones para todo 2013.

La economía brasileña crecerá 2,77% este año, por debajo del 3% estimado hace un mes y del 3,5% al que aspiraba el gobierno, según un centenar de analistas y operadores consultados por el Banco Central.

Brasil busca impulsar el crecimiento económico este año, tras un decepcionante PIB de apenas 0,9% en 2012.

El mercado espera además una inflación elevada, de 5,8%, este año y el mismo nivel para el próximo. La meta oficial del gobierno es de 4,5%, con dos puntos por encima o por debajo de esta cifra como umbral de tolerancia.

Para enfrentar la inflación, el Banco Central subió la semana pasada la tasa de interés interbancaria en 0,50 puntos porcentuales, a 8% anual, en una decisión considerada "osada" y "muy positiva" por analistas, que aguardaban un alza más tímida.

fuente afp