Las plantaciones de tomate larga vida en invernadero, en ciclo largo, han obtenido en la pasada campaña un beneficio neto medio, por hectárea, de 17.500 euros, cantidad que incrementó los beneficios de la campaña anterior en 8n 65,09 por ciento, ya que en la campaña 2010/2011 el beneficio medio neto fue de 10.600 euros por hectárea, según los datos de costes y precios obtenidos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
Del análisis de los datos que ofrece el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía se deduce que los costes generales medios para el cultivo de tomate larga vida en invernadero, incluyendo la mano de obra familiar y las amortizaciones, en el año 2011 fueron de 4,88 euros por metro cuadrado, mientras que en 2012 esa cantidad aumentó hasta 5,00 euros por metro cuadrado.
La producción media por metro cuadrado fue de 13,50 kilos en la campaña 2010/2011, dándose en el mismo rendimiento medio en la campaña 2011/2012.
El precio medio del tomate larga vida, cultivado bajo abrigo, para la categoría primera, fue de 0,44 euros por kilo en la campaña 2010/2011, subiendo hasta los 0,50 euros por kilo que se obtuvieron como precio medio en la 2011/2012.
Con estos datos de precio, producción y costes obtenidos a través de la Junta de Andalucía, podemos determinar que los cultivadores de tomate larga vida en invernadero obtuvieron una rentabilidad bruta de 5’94 euros por metro cuadrado en la campaña 2010/2011 y neta, una vez deducidos los costes de cultivo, de 1’06 euros por metro cuadrado. En la siguiente campaña, la de 2011/2012, la rentabilidad bruta subió hasta 6’75 euros por metro cuadrado, y la rentabilidad neta lo hizo hasta 1’75 euros por metro cuadrado, con lo que se obtienen los 17.500 euros de beneficio por hectárea para la campaña 2011/2012, frente a los 10.600 correspondientes a la anterior.
Como hemos dicho, los datos de los costes corresponden al tipo comercial larga vida, de ciclo largo, cultivado en la comarca del Levante almeriense, principalmente zonas de La Cañada y Níjar, con plántulas injertadas.
En los datos de costes generales se incluyen las semillas y el semillero con injerto, fertilizantes, fitosanitarios e insectos auxiliares, agua, energía, suministros, mano de obra asalariada, mano de obra familiar, otros servicios externos, amortización de invernadero, enarenado y sustrato, plástico, instalación de riego, balsa de riego, caseta de riego, almacén, maquinaria y otros gastos generales y financieros.
Fuente: hortoinfo
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