Un estudio desarrollado por el Instituto Agroforestal Mediterráneo de la Universitat Politècnica de València ha desvelado nuevas claves para evitar los daños que produce la plaga de 'trips' en las explotaciones citrícolas de la Comunidad Valenciana y ayudar así a mejorar la producción.
Según ha informado esta universidad en un comunicado, el estudio ha sido desarrollado durante los últimos cuatro años por investigadores del IAM, Ferran García Marí y Cristina Navarro, junto con Apostolos Pekas, de la empresa Biobest Belgium.
Durante la investigación analizaron cómo se producen los daños en las plantas, evaluando la incidencia de parámetros como la zona geográfica, temperatura o humedad, entre otros.
"Conociendo la influencia de estos parámetros se pueden establecer unos u otros protocolos para evitar los daños", apunta Ferran García Marí.
Para llevar a cabo este trabajo los investigadores se basaron en datos procedentes de la Red de Vigilancia Fitosanitaria de la Generalitat Valenciana, que estuvo activa hasta 2009, y de la Red de Monitoreo On Line que surgió de la colaboración entre la Universitat Politècnica de València y la empresa Bayer Crop Science.
Entre sus conclusiones, el estudio apunta la temperatura y clima, vinculadas a la zona geográfica y especie citrícola cultivada -y época de recolección- como factores determinantes.
Las comarcas más afectadas en la Comunitat son la Ribera Baixa, La Safor y La Marina, donde entre un 15 y un 20 % de los frutos presentan síntomas.
En estas comarcas predominan variedades de recogida tardía. En su estudio, los investigadores concluyen que si en invierno hay fruto, la plaga permanece encima del fruto maduro multiplicándose e incidiendo por tanto en la producción.
"Ahora bien, también hay comarcas, como La Costera, en la que se cultivan las mismas variedades pero a las que el 'trips' no le afecta dado que el clima es más seco. La temperatura hace coincidir la susceptibilidad de la piel con la multiplicación de las larvas de trips", añade Cristina Navarro.
En su estudio, los investigadores proporcionaron un sistema de seguimiento y muestreo a los agricultores para ayudarles a decidir sobre la necesidad o no de tratar el campo.
"En cuanto caigan los pétalos y hasta el mes de junio, todas las semanas hay que mirar un número determinado de frutos. Si se detecta entre un 7 y 12 % de frutos con larvas de 'trips', recomendamos tratar. Sobre todo en el caso de la Ribera Baixa, Safor y Marina, los agricultores tienen que hacer muy bien el muestreo para preservar su cosecha", apunta Ferran Garcia Marí.
El estudio, publicado en la revista Journal of Pest Science, forma parte de la tesis de la investigadora Cristina Navarro.
"Este trabajo ha permitido tener un conocimiento más amplio de cómo y por qué afecta el 'trips' a nuestros cítricos; ha abierto una nueva puerta para saber cómo controlar y gestionar esta plaga", concluye la investigadora del IAM.
Fuente: finanzas.com
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