Las asociaciones que suscriben este comunicado denuncian la continua y lamentable dejación de funciones del órgano gestor del Parque Nacional de los Picos de Europa que tiene como consecuencia directa la desprotección del espacio natural. Una dejación que ya dura dieciséis años por la falta de aprobación del PLAN RECTOR DE USO Y GESTIÓN y del PLAN DE DESARROLLO SOSTENIBLE, establecido como obligación por la Ley de Declaración del Parque Nacional de los Picos de Europa.
Es urgente la elaboración del PLAN DE DESARROLLO SOSTENIBLE, en cumplimiento de la obligación impuesta en el artículo 9.5 de la Ley 16/1.995 de Declaración del Parque Nacional de los Picos de Europa, de modo que se establezcan los criterios de sostenibilidad de las actividades económicas que se desarrollan en el interior del espacio protegido, y en concreto, la excesiva carga ganadera entendida como el cociente entre las unidades de ganado y las hectáreas de superficie forrajera, según los indicadores establecidos en el denominado “Perfil Ambiental de Asturias” elaborado por el Gobierno del Principado de Asturias, pues pudiera resultar esta actividad potencialmente lesiva para la protección del Urogallo cantábrico y el Bosque Atlántico, si no se regula adecuadamente.
La actividad ganadera, como aprovechamiento tradicional, debe estar ordenada en el interior del Parque Nacional, y en el PRUG, aún si aprobar, es donde deben especificarse las limitaciones a esta concreta actividad económica. Nada al respecto ha hecho el órgano gestor, permitiendo año tras año que accedan al Parque Nacional un número elevado de unidades de ganado mayor y menor, y ello sin evaluar el impacto ambiental que pudiera ocasionar al medio ambiente la excesiva carga ganadera.
Solo en el terreno del municipio de Cangas de Onís en el Parque Nacional subirán cinco mil cabezas de vacuno el próximo jueves 25 de abril, más el resto del ganado menor y el equino, que lo hará el 1 de junio, y todas las evidencias apuntan a que esta carga ganadera aprobada por la Junta de Pastos en Cangas de Onís, que ha aumentado en doscientas cabezas desde 2012, tiene sus efectos negativos sobre el medio natural y los tiene en abundancia, habida cuenta de que la alta densidad de ganado (como la de los ungulados silvestres) influye negativamente sobre la población de Urogallo cantábrico, debido a la competición trófica, y facilita la fragmentación forestal.
Fuente: ECOticias
© 2024 Creado por AGRO 2.0. Tecnología de
¡Necesitas ser un miembro de AGRO 2.0 para añadir comentarios!
Participar en AGRO 2.0