Cada año sa Pobla exporta a Europa cerca de 25.000 toneladas de patata que con dedicación y paciencia cultivan los agricultores del municipio. La patata es símbolo del esfuerzo del trabajo en el campo; los ´poblers´ están orgullosos del producto que sus antepasados empezaron a cultivar en las ´marjals´ y cuya tradición se ha extendido hasta la actualidad.
Por ello, nos es de extrañar que la Fira Nocturna de la Patata, que se ha celebrado este fin de semana en la plaza Major de sa Pobla, haya sido un éxito consiguiendo reunir más de 20.000 personas entre vecinos y visitantes de muchos rincones de la isla.
El secreto del éxito estuvo en ofrecer hasta 102 platos diferentes en el que el tubérculo estuviese presente y vendido a un precio asequible que podía rondar entre 1 y 3 euros. Se pudieron degustar desde los platos más tradicionales como el frito mallorquín, la tortilla de patata y las picantes ´bombes´ hasta los postres más originales como el granizado de patata o el calzone de patata con nutella y plátano.
Los encargados de ofrecer las posibilidades gastronómicas del tubérculo fueron una treintena de cafeterías y restaurantes, aunque este año se sumó también al proyecto la Apima el colegio Vialfàs que vendió un buen surtido de tapas a un euro para costear los viajes y excursiones de sus hijos.
En esta edición, que ya es la quinta, los establecimientos que han participado en la muestra han contado con dos toneladas y media de patata ´poblera´ que los portales exportadores Viuda d´Antoni Serra, Uco sa Pobla, Esplet, Illacamp, Mateu Export y Merco Semillas les han ofrecido de manera gratuita para cocinar sus platos. Y es que el sector de la patata es consciente que la feria es una oportunidad de oro para mostrar todo el potencial que tiene el tubérculo, que es una de las señas de identidad de sa Pobla.
fuente diariodemallorca
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