La Comunitat Valenciana ha dado un importante avance en la cesión de terrenos rústicos abandonados para su explotación por parte de emprendedores del sector agrario y ganadero durante 2012. En ese año las extensiones cedidas mediante la fórmula de custodia del territorio -una fórmula regulada a través de la Ley 42/2007 de Patrimonio Natural y Biodiversidad - se elevaron a 5.384 hectáreas, lo que supone un crecimiento del 15 % respecto al ejercicio anterior.
Según un informe elaborado por el Colegio Oficial de Ingenieros Técnicos Agrícolas de Valencia y Castelló (Coitavc), la custodia de terrenos abandonados, tanto en suelo de regadío como de secano, ha permitido dinamizar la económica local en sus áreas de influencia y permitido el relevo generacional en explotaciones agrícolas que antes originaban pérdidas. Los acuerdos entre propietarios (tanto públicos como privados) y gestores del suelo está permitiendo recuperar zonas de cultivos hortofrutícolas, incluidos los cítricos y otras especies.
El técnico de Avinença (red territorial de custodia del territorio) Jordi Domingo, asegura que "casi todos los acuerdos logrados hasta ahora en la Comunitat Valenciana incluyen acciones de mejora de la biodiversidad, del paisaje, de zonas forestales, de zonas fluviales o agrícolas". Además, tras la elaboración de varios censos, "apenas hemos detectado acuerdos que se hayan abandonado. Esto choca bastante a la gente -agrega este técnico- cuando se le explica porque la custodia está basada en acuerdos voluntarios, es decir conservación sin imposiciones, y los acuerdos tienen en todos los casos cláusulas para abandonar el acuerdo en el momento que alguna de las partes no quiera seguir". Castelló cuenta con 1.050 hectáreas en custodia a través de acuerdos en 29 fincas. Alicante dispone de 3.471 hectáreas en 118 extensiones, y Valencia tiene 863 ha en 47 propiedades. "La custodia de territorio irá en incremento y para esto es muy importante que la administración apoye esta figura, por ejemplo con desgravaciones fiscales a las personas que ceden sus terrenos", puntualiza Domingo.
Iniciativas
Gracias a la custodia nació Punt de Sabor, un proyecto de La Unió de Llauradors que a través del fomento de la agricultura ecológica posibilita la competitividad territorial. Esta iniciativa ha recuperado terrenos degradados de la huerta valenciana para la producción ecológica y posterior distribución. Además, está permitiendo que decenas de agricultores den salida a sus productos autóctonos, que llegan a nuevos mercados que valoran su origen ecológico y ofrecen un precio justo por ellos al productor. Otros ejemplos de custodia aparecen en Castelló, donde se han recuperado cinco molinos harineros en el Barranc dels Molins por parte de Acció Ecologista-Agro, lo que ha supuesto un revulsivo del turismo rural en la zona.
El colegio de ingenieros agrícolas organizó la jornada sobre custodia del territorio en la Universitat Jaume I, que inauguró el director general de Evaluación Ambiental y Territorial, Juan Giner.
fuente levante-emv
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