Tres programas educativos son la apuesta de este centro, que se ubica en una hermosa finca en el municipio de Acebo, donde la cultura rural aún marca las vidas de sus gentes y los paisanos hablan de cosechas, de vino de pitarra, de ovejas y gallinas...
UN CENTRO DE LUZ
El Centro de Naturaleza Creativa les esperaba con una nueva aula recién inaugurada, llena de luz y un montón de actividades para desarrollar en pleno campo, para aprender a conocer la naturaleza; y de conocerla a amarla, pues es difícil amar lo que no se conoce; y de amarla a protegerla, pues el amor une y cuando alguien se une con la naturaleza siente que la desaparición de un árbol se convierte en la desaparición de un pulmón propio para respirar; la contaminación de un río, se convierte en suciedad corriendo por las venas propias, la pérdida de fertilidad de la tierra es la pérdida que, ya muchos jóvenes, tienen en Europa, y entonces actúa.
Tres programas educativos son la apuesta de este centro, que se ubica en una hermosa finca en el municipio de Acebo, donde la cultura rural aún marca las vidas de sus gentes y los paisanos hablan aún de cosechas, de vino de pitarra, de ovejas y gallinas. Un programa para concienciar de los problemas ambientales más acuciantes, desertificación, sequía, contaminación… Otro para despertar al naturalista que todos llevamos dentro y aprender a interpretar la naturaleza, y un tercero para descubrir la naturaleza a través del arte y el arte a través de la naturaleza.
La finca es propiedad de Sálama Comunicación que la ofrece para estas actividades a la Asociación NuevaCultura Rural. También está vinculada a la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente, pues desde ella se elabora la revista AgendaViva, una publicación de ciencia y medioambiente hecha en el mundo rural para el mundo urbano. Invirtiendo ese paradigma injusto de que la cultura es propia de lo urbano.
Al llegar, lo primero que les llamó la atención a los niños, y les hizo exclamar, con esa espontaneidad que les es propia, ¡qué casas tan bonitas¡ fueron la construcciones que conforman el proyecto, que siguen los principios de la bioconstrucción, una perspectiva constructiva, que considera los edificios como la tercera piel que el hombre tiene para protegerse de las inclemencias (primero está la piel propia, luego la ropa, luego el edificio), por lo que apuesta por materiales no contaminantes ni tóxicos, para que ni el cuerpo del hombre ni el de planeta estén en peligro, que sean en la medida de lo posible, renovables, reutilizables y reciclables; así como económicos, ecológicos y energéticos. Una perspectiva que recupera, también, los principios de la arquitectura tradicional para orientar las casas, iluminarlas y hacer un uso eficiente de los recursos, que pertenecen no sólo a esta generación, sino a todas las futuras que nos predecerán y de las que nosotros somos semilla. Todo está religado.
COMPROMISO SOCIAL
Los padres, en esta ocasión, habían elegido el Programa Concienciados, que intenta concentrarse principalmente en algún problema medioambiental que exija un compromiso social y educativo. En esta ocasión el tema central giró alrededor de la importancia y necesidad del arbolado, como forma de lucha contra la desertización y la pérdida de fertilidad de la tierra.
Después de una primera caminata, los niños se lanzaron al interior del aula y se entremezclaron grandes y pequeños a explorar sus capacidades en la primera actividad, que consistía en elaborar su propio cuaderno de campo, una herramienta que todo pequeño, y grande, naturalista ha de llevar en su mochila, para poder dibujar esa fauna y flora que se ofrece, en estas primaveras serragatinas, con una sensualidad explosiva, llena de colores preciosos y de aromas que embriagan todos los sentidos. Era hermoso ver la cooperación que había entre las distintas edades, ayudándose unos a otros y observar cómo el presente es el tiempo en el que habitan los niños, lo que les permite estar totalmente concentrados en la tarea, uniéndose, como dicen los budistas, el objeto percibido y el sujeto que percibe, desapareciendo en la contemplación de lo que sucede, “aquí, ahora y ahorra (energía)” ¡Oh¡ añorada infancia.
Se combinaros actividades interiores con exteriores, y era un placer ver a los niños explorar la finca con ojos de lechuza. Ocho hectáreas con diferentes biotopos, zona de bosque de roble y castaños, zona de olivar, pastos, arroyos y varias fuentes, zona de huerta y frutales, ovejas, gallinas, etc. fueron el escenario perfecto para pasar un día conectados a la mejor maestra, una naturaleza generosa que explicaba sin palabras el ciclo del agua, la diversidad, las tramas de la vida, la fertilidad, la función del bosque. Cada nuevo árbol era una oportunidad de tumbarse en la jugosa hierba y dibujar sus hojas, apuntar sus características.
La energía de la infancia decoró los prados de Sálama con las flores de la inocencia, del asombro y la alegría y la primavera existencial y social, que todos esperamos suceda algún día, se vio reflejada en ese caminar contento ante los tesoros de la madre naturaleza y que los niños, al conectarse, siembran con sus pasos, pasos de presente, pasos para construir otro futuro posible.
NUEVA CULTURA RURAL
La Asociación Nueva Cultura Rural, tiene como misión fomentar una sociedad rural que sea capaz de integrar las nuevas necesidades sociales, sin perder su identidad y lo que su tradición empírica y sapiencial ha atesorado en el tiempo. Para ello se propone hacer por un lado un diagnóstico de su territorio y recursos, y por otro elaborar acciones desde una perspectiva que afronte los grandes desafíos culturales, económicos y medioambientales que están provocando un cambio de visión en nuestro estilo de vida. Dentro de esta misión la Asociación considera de vital importancia el trabajo educativo, por lo que tiene de apuesta por el futuro y conscientes de la gran responsabilidad que van a tener las nuevas generaciones. Por eso uno de sus principales proyectos es este Centro de Naturaleza Creativa que quien quiera puede conocer en la Web.www.centronaturalezacreatica.com
Fuente: ECOticias
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