AGRO20 ESPAÑA El campo de Cádiz: cree y crea

Tres semanas vitales para el campo de la provincia son las que quedan por delante mirando el calendario europeo que lleva la reforma de la PAC del comisario de Agricultura, Dacian Ciolos. Tres semanas, incluyendo la presente hasta, presumiblemente y coincidiendo con el fin de la presidencia de un país agrarista, Irlanda, para saber en qué situación queda España en la Política Agraria Comunitaria.

Este motivo, imprescindible e importante para el futuro de nuestra agricultura y ganadería, es el que tiñe casi todo lo que pueda escribirse sobre el campo de nuestra provincia en este momento. El camino ha sido largo y tortuoso y partíamos desde los puestos de cola en la negociación. La apuesta de una voz española única encabezada por el ministro gaditano, Miguel Arias Cañete, y arropada por todas las Comunidades autónomas ha sido una decisión firme y acertada que dentro de poco sabremos si da una buena cosecha.

En este proceso de análisis, puedo calificar con rotundidad y sin miedo a equivocarme que los camperos hacen los 365 días del año su trabajo, que no sólo se centra en la producción pura y dura, sino también y utilizando pertinentemente parte del nombre de estas páginas de Grupo Joly: Crean riqueza; crean trabajo; crean arraigo a poblaciones rurales, crean un mejor medioambiente y mantienen el paisaje.

Y lo hacemos porque, con la desazón que recorre la provincia por ser una de las más castigadas por el desempleo, el sector agropecuario cree en sí mismo, en su potencial y en su futuro. El sector está curtido en crisis y en varapalos que, a veces, vienen de la climatología, otras de Europa y sus políticas caprichosas, otras de los vaivenes del mercado que en muchos casos repercute injustos precios al agricultor y ganadero frente a los costes de producción… Infinidad de variables que han enseñado a los hombres y mujeres el esfuerzo diario como medio para alcanzar las metas que se proponen. Buen ejemplo en Cádiz lo da el sector lechero que sigue apostando con vocación, en mantenerse aun cuando es casi imposible pelear contra políticas comerciales que convierten la leche en un producto gancho, tirando su precio por los suelos.

Otro ejemplo lo da el sector de la flor cortada que revitalizó la Costa Noroeste, creando puestos de trabajo y riqueza en la zona, y que sigue reinventándose empleando biocombustión para calentar los invernaderos a pesar de que se ha subido el IVA al 21%, catalogando, por tanto, la flor como un bien de lujo cuando es un producto esencial por su capacidad de generar empleo.

Un sector emblemático en nuestra provincia es el de la ganadería extensiva que tiene que lidiar con imposiciones de Europa dictadas desde el desconocimiento del ganado, de sus características y del medio que la sustenta, la dehesa, estandarte de biodiversidad y mantenimiento del medio natural.

Un sector sacrificado que continúa apostando por cultivos sociales como el algodón y la remolacha; que incorporan las nuevas tecnologías en la mejora de la productividad; que apuestan por sistemas informatizados para la llevanza de las explotaciones y por sistemas domotizados para el control de cultivos y ganadería; que usan la última generación en sistemas de riego; que manejan Internet como plataforma para vender y acercar los productos; que elaboran alimentos de cuarta gama…Todo esto pasa en el sector agropecuario de Cádiz ahora y es fruto de la apuesta por el futuro de las explotaciones agropecuarias de la provincia.

Desde la esperanza, espero y deseo que la reforma de la PAC traiga una foto justa para una provincia y un sector que, como he señalado a vuelapluma, pone el esfuerzo y la constancia del día a día al servicio de la creación de empleo y riqueza.

El campo en Cádiz cree y crea. El reparto posterior entre las autonomías españolas de lo que se consiga hasta el 30 de junio en Europa, es harina de otro costal.

fuente europasur